Ha concluido la segunda fase de la restauración de las pinturas murales del Santuario de Nuestra Señora de Linarejos, patrona de Linares (Jaén). En este caso, los trabajos se han centrado en los murales de la cúpula y las pechinas, obras realizadas por el pintor y escultor catalán Francesc Carulla (Barcelona, 1927), entre cuyos trabajos destacan también varias esculturas sacras para la Sagrada Familia de Barcelona.

Las pinturas fueron realizadas en la década de 1950 por Carulla mediante la técnica de la encáustica. Sobre las paredes enyesadas se preparó una primera capa de base, aplicando los materiales que caracterizan esta antigua técnica que consiste en fundir cera virgen de abejas mezclándola con barniz fijador. Para conseguir la riqueza de las tonalidades se utilizaron pigmentos en polvo que se fueron mezclando en caliente con el preparado anterior. La mezcla tiene efectos muy cubrientes y es densa y cremosa, aplicándose la pintura con un pincel o con una espátula caliente. Es una técnica cuyo nombre deriva del término griego "enkaustikos" ("grabar en fuego") que comenzó a ser utilizada por los pintores del Antiguo Egipto, y que en el Santuario de Linarejos se consideró la más adecuada ya que no se oscurece como sucede con las pinturas al óleo.

Los murales de la cúpula representan la Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, apareciendo en la escena personajes bíblicos como profetas y santos, que discurren en procesión por la cornisa de la cúpula, contando también con la presencia de Adán y Eva, y junto a ellos, de rodillas, la figura de Abel. Respecto a las cuatro pechinas, representan, como es habitual, a los cuatro evangelistas: Juan, Lucas, Marcos y Mateo.

La primera fase de restauración concluyó hace casi un año, y comprendió la restauración de los murales de la bóveda central y del testero del coro, pintados también por Carulla. Los temas iconográficos de estas pinturas se centran en episodios del Nuevo Testamento: Anunciación, Visitación, Nacimiento en Belén, Jesús con los doctores, Bodas de Caná, Última Cena, Crucifixión, Entierro de Cristo, Resurrección y Cena de Emaús.

En ambos casos, los trabajos de restauración han sido sufragados por la Fundación Caja Rural de Jaén -siendo la primera vez que dicha institución sufraga la intervención de una obra patrimonial de Linares- y han sido llevados a cabo por la empresa UBEDARTE, dirigida por Manuel Martos Leiva y especializada en la conservación, restauración, puesta en valor y difusión de los bienes culturales.

El estado de conservación de las pinturas era especialmente delicado, ya que existía una grave falta de adhesión entre la capa pictórica y el soporte de yeso, provocada en parte por las humedades. También se apreciaban repintes que distorsionaban la obra y no permitían una correcta lectura visual del conjunto, así como polvo, suciedad, grietas, desprendimientos y lagunas tanto en la capa pictórica como en el soporte.

Una vez estudiadas todas las alteraciones, se procedió a realizar un test de solubilidad para concretar qué tipo de limpieza era más efectiva. Se realizó una primera limpieza mecánica, mediante soplado meticulosamente debido a la fragilidad de la capa pictórica por la falta de adhesión al soporte. Seguidamente se aplicó una primera capa de consolidante con una mínima concentración de resina, ya que el propósito era preconsolidar el soporte. A continuación se reintegraron las faltas y grietas del soporte mediante mortero PLM y resina con el objeto de nivelar y enrasar a la vez en la misma aplicación. Se repitió el paso de la consolidación con el mismo tratamiento pero con mayor concentración al 100 % de la superficie. Seguidamente se procedió a la integración cromática mediante pigmentos de restauración al barniz, y finalmente se aplicó una capa de protección final en aquellas zonas intervenidas con objeto de preservar la capa pictórica. 

Las pinturas de Carulla para el Santuario de Linarejos componen, junto con las realizadas por el artista local Francisco Baños Martos también para el interior del referido templo, un conjunto pictórico que está considerado como el ciclo religioso contemporáneo de más alto valor en la Diócesis de Jaén.

Los murales del linarense Baños fueron realizados entre 1958 y 1971, y representan la vida de San Francisco de Asís, la vida de San José y de la Sagrada Familia, y la aparición de la patrona de Linares en la llamada Fuente de Linarejos después de la reconquista a principios del siglo XIII, articulándose esta composición en dos escenas principales: la primera de ellas con el sueño del pastor Juan Ximénez, la segunda con el hallazgo de la imagen de la Virgen de Linarejos, y una tercera con un coro de ángeles a modo de unión entre las dos primeras.