RESTAURACIÓN DE MARINA RASCÓN PARA JAMILENA (JAÉN)

09/09/2021


 

 
 
Estado final

 

Esta restauración se presenta ahora tras haber sufrido múltiples retrasos debido a la pandemia del coronavirus. Desde que se firmara el convenio con la Fundación Caja Rural de Jaén en diciembre de 2019 es ahora cuando por fin se pueden presentar públicamente los trabajos realizados. Se podrá visitar en el Espacio La Rural (Paseo de la Estación 3, Jaén) hasta el próximo 5 de octubre en horario de 8:30 a 14:00 horas.

La restauración se llevó a cabo por la restauradora de patrimonio cultural Marina Rascón, quien ha contado con la ayuda de Cristina Cerro e Irene Merino. El lienzo recuperado es una pintura barroca de caballete, atribuida a la escuela granadina del siglo XVIII, que representa a la Virgen del Rosario, advocación mariana de amplia difusión en la provincia de Jaén, en la que localidades como Los Villares, Carchelejo o Cambil la tienen como patrona. Este lienzo en cuestión mide 91 x 121,5 cm (106 x 138,5 cm con marco) y pertenece al templo parroquial de la Natividad del municipio jiennense de Jamilena.

La Virgen María se halla representada sosteniendo al Niño Jesús con su brazo izquierdo y entregando un rosario a Santo Domingo de Guzmán con su mano derecha. A su alrededor aparecen nueve ángeles, tres en cada esquina superior y tres bajo los pies de la Virgen. La escena refleja el momento en el que la Madre de Dios, en persona, le enseñó al santo dominico a rezar el rosario en el año 1208, para que propagara esta devoción por el mundo y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe.

El lienzo mostraba un alto grado de deterioro debido a factores como el paso del tiempo, la mala conservación o intervenciones anteriores poco adecuadas. Por otro lado, la superficie presentaba depósitos de suciedad en el anverso y en el reverso, así como oxidación de la capa de protección y algunas gotas de cera.

Los estratos de preparación y pictórico reflejaban numerosas faltas, como la de adhesión de éstos con el soporte. También había desgaste de color, en la mayoría de los casos recubierto por un repinte de color negro que abarcaba un 30 % de la superficie, tapando no solo desperfectos sufridos en la obra, sino también partes originales en buen estado de conservación. A causa de ello se perdieron detalles como luces o pinceladas, que aportaban mayor calidad a la obra. En el reverso del cuadro se habían colocado parches realizados con telas gruesas que podían, con el tiempo, haber afectado a la forma del soporte.

Los problemas más visibles, aparte del oscurecimiento superficial, fueron el gran corte del centro del lienzo y otras faltas matéricas de la tela, un corte en la parte central del cuadro, así como faltas de preparación y pintura en zonas importantes de la imagen.

 

 
 
Proceso de intervención

 

El procedimiento llevado a cabo comenzó con la protección del anverso con papel japonés y cola natural y a continuación se realizó la eliminación de parches de la anterior intervención, la limpieza del reverso con aspiradora y finalmente con alcohol y la colocación de parches provisionales. Fue entonces cuando se realizó la fijación de la capa de policromía mediante cola, calor y presión. Después de desempapelar el anverso y tras realizar test de solubilidad, se realizó la eliminación del barniz oxidado, la limpieza físicomecánica de la pintura y eliminación de repintes, heces de insectos, gotas de cera y de pintura dorada.

Una vez limpias todas las lagunas se procedió a la aplicación de estuco y nivelación del mismo, barnizado del cuadro y reintegración cromática mediante pigmentos al barniz y, por último, la capa de protección final.

Los parches definitivos del reverso se realizaron con fragmentos de lino y adhesivo Beva film para los parches y soldadura de hilos de lino y Beva líquida para los pequeños agujeros de la tela, siendo un total de 5 parches y 18 soldaduras de hilo. En las zonas en las que había falta de tela se introdujeron unos injertos.

Respecto al marco de madera que enmarca el lienzo anteriormente descrito, está tallado y recubierto de estuco, bol rojo sobre el que encontramos pan de oro con diferentes tonalidades. A lo largo de la superficie hay pequeños bajorrelieves de flores talladas. Las condiciones en las que estaba eran muy malas debido a los problemas normales causados por el paso del tiempo, la mala conservación y, al menos, una intervención anterior. Ciertos elementos se encontraron en el marco, como huellas dactilares, un pequeño nido de insectos en el reverso y gotas de cera. El marco estaba despegado por una de sus esquinas, presentaba depósitos de suciedad tanto en el anverso como en el reverso y un repinte de oro falso que cubría la totalidad de la pieza. Se encontraban faltas tanto en el estuco como en la madera. En el centro de la parte inferior se apreciaba una quemadura de fuego que había hecho desaparecer parte de la madera y oscurecido parte del oro.

El primer paso en la restauración del marco fue realizar una limpieza físico-mecánica del anverso y del reverso. A continuación se eliminaron todos los elementos adheridos como el nido, la cera y el repinte dorado. Una vez limpio el marco, se realizaron las reintegraciones matéricas y cromáticas, estas últimas con iriodín, pigmentos al barniz y una capa final de protección.

Los materiales utilizados a lo largo de todo el proceso de restauración de este lienzo de la Virgen del Rosario de Jamilena (Jaén), cumplen con lo estipulado internacionalmente para la conservación y restauración de obras de arte, siendo estos materiales reversibles, inocuos, estables y diferenciables.

 

 
 
Estado inicial

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com