Cada año el Espacio la Rural de la Fundación Caja Rural de Jaén exhibe en los días de Navidad una obra de arte sacro relacionada con el ciclo navideño. Con ella es con la que tradicionalmente la referida institución desea una Feliz Navidad y próspero año nuevo a sus amigos y clientes. Son piezas, además, con las que la Fundación Caja Rural de Jaén está formando una colección de temática navideña, de manera que cuando pueda configurar un discurso se pueda exponer en las diferentes localidades de Jaén.

La obra de este año se podrá visitar en el Espacio La Rural hasta mediados del próximo mes de enero, en horario de 08:30 a 14:00 horas. Se trata de la Adoración de los Reyes Magos o Epifanía del Señor (finales del siglo XVIII), un grabado al aguafuerte y buril (36 x 26 cm) editado y probablemente realizado por Teodoro Viero (Bassano, 1740 - Venecia, 1819) según una pintura original de Luca Giordano (Nápoles, 1634 - 1705).

La escena se organiza en dos planos o niveles, uno celestial y otro terreno, con un tratamiento artístico específico para cada uno de ellos. Un rompimiento de gloria, con un cielo etéreo y luminoso, donde una estrella brilla con luz sobrenatural, entre nubes y cabezas de querubines. En el plano terrestre se ubica la escena del episodio evangélico, con una profusión de elementos que acentúan su carácter temporal: fisonomía de los personajes, vestuarios, elementos arquitectónicos, etcétera.

Entre ambos niveles se establece un nexo, materializado por la luz que mana del astro, la cual se despliega radialmente y contribuye a destacar el carácter sobrenatural del Niño. Una de las seis puntas de la estrella alarga su figura, siendo la que marca el eje vertical y señala el centro preponderante de la composición.

Estas líneas, que marcan formalmente la centralidad del misterio, encuentran su paralelismo en la disposición humana de los sagrados personajes. Las miradas de todos ellos convergen en la figura del Divino Niño, con su actitud consciente y reverente, que contribuyen, a su vez, a atraer la mirada del espectador. Admiración y asombro ante la Divinidad encarnada, que no duda en adoptar la fragilidad de un Niño recién nacido. Con ellas, el artista ha conseguido plasmar magistralmente dichos sentimientos que provocan la esperanza en la Redención que nos trae Cristo. Hoy en día, esa visión de la admiración del Nacimiento, recreada por el artista, es suficiente para despertarnos las mismas sensaciones de confianza en el misterio salvador.

El tema de la Adoración de los Magos o Epifanía del Señor es uno de los predilectos relativos a la Infancia de Jesús desde las primeras representaciones artísticas del cristianismo. Luca Giordano lo revistió del lenguaje ampuloso y de la escenografía del Barroco y así aparece en el presente grabado, bajo esta forma compleja y elaborada. Es la manifestación de Jesús encarnado a unos personajes venidos de Oriente. Mateo es quien nos relata este episodio en su evangelio: "Vimos su estrella en oriente y venimos a adorarlo" (Mt 2, 2).

El grabado muestra las inscripciones del creador de la imagen seguido de "inv" y del editor seguido de "Appo" (por apud) y la inscripción del lugar de la edición "Vene(t)ia". En el lado inferior figura la inscripción "Vdimus stellam ejus in Oriente, et venimus adorare eum. Mat.C.2."

La Fundación Caja Rural de Jaén también ha patrocinado la restauración del Cristo Yacente y de su urna, ambas piezas en la capilla de la Virgen de los Dolores de la Catedral de la Asunción de Jaén, que ha sido llevada a cabo por Néstor Prieto Jiménez. Todo ello es una continuación de las restauraciones de los cuatro evangelistas pintados por Sebastián Martínez Domedel, que se recuperaron para los actos desarrollados con motivo del cuarto centenario del nacimiento del pintor. El Cristo Yacente, cuya policromía actual data del siglo XVIII, ha sido atribuido al escultor del Renacimiento jiennense Juan de Reolid, activo en el siglo XVI.