Los Museos Vaticanos rinden homenaje al escultor Antonio Canova (Possagno, 1757 - Venecia, 1822) con una exposición titulada Antonio Canova en los Museos Vaticanos (Antonio Canova nei Musei Vaticani), que podrá visitarse hasta el 31 de enero de 2024. Este gran proyecto expositivo no solo celebra la figura de Canova como gran artista, sino su importante papel institucional en las colecciones pontificias, como superintendente, director y figura fundamental para recuperar las obras expoliadas durante las campañas napoleónicas.

Esta muestra marca el final de las celebraciones en torno a Canova que han tenido lugar entre 2022 y 2023 con motivo del bicentenario de su fallecimiento. Comisariada por Alessandra Rodolfo, se divide en varias secciones dentro de los Museos Vaticanos, ofreciendo a los visitantes una oportunidad excepcional de admirar una amplia selección de obras de Antonio Canova, que resaltan su importancia e influencia en el arte de su tiempo y su personalidad y maestría técnica.

La exposición también ofrece al público visitante la oportunidad de contemplar la Sala de las Damas, construida entre 1608 y 1609 por mandato del pontífice Pablo V (Camillo Borghese), la cual ha sido dedicada a Canova. En su interior se han colocado obras, bocetos y vaciados en yeso realizados por el escultor junto con obras de artistas cercanos a su taller, como Giuseppe De Fabris o Cincinnato Baruzzi.

Pablo VI encargó a Guido Reni los maravillosos frescos de la bóveda de la Sala de las Damas -situada en la confluencia entre las Estancias de Rafael y la Capilla Sixtina, cerca de la salida de la Galería de los Mapas-, que representan el Pentecostés, la Transfiguración y la Ascensión de Cristo a los cielos. Aunque el origen de la estancia data del siglo XVII, las decoraciones de las paredes y su pavimento casan perfectamente con la atmósfera del XIX, en plena armonía con las obras de Canova. En su mayoría son piezas de temática religiosa, bocetos y modelos modelados en yeso, procedentes del legado del cardenal Plácido Zurla.

Entre dichas piezas sacras, que habían estado durante muchos años en los almacenes de los Museos Vaticanos, se encuentran el boceto de la Lamentación sobre Cristo muerto, la pequeña maqueta de la Religión Católica, el boceto de Pío VI orando, la cabeza de San Juanito y un retrato de Pío VII, el papa de Canova.

La exposición se enriquece con las las dos famosas estatuas de los púgiles Creugante y Damasseno -expuestas una frente a la otra, exactamente como las había concebido Canova-, la pequeña maqueta del Milón de Crotona, el boceto de un monumento a Canova -realizado por su compañero Giuseppe De Fabris, que nunca se llevó a cabo- y el retrato que Canova hizo a su fiel amigo Giuseppe Bossi.

Se expone, además, una maqueta del estudio de Canova, donde, en la fachada principal y en los laterales del edificio, se insertan fragmentos de esculturas y elementos arquitectónicos romanos, un recuerdo del gusto de Antonio Canova por el arte de la Antigüedad y su constante compromiso con la protección y conservación del patrimonio artístico.

También podemos ver en la muestra, visitable hasta el 24 de enero de 2024, un busto de Canova labrado por su colaborador Antonio d'Este, así como un tondo de cerámica con otro retrato de Canova realizado hace unos años por Luigi Ontani, quien hoy trabaja en una de las salas del estudio de Canova.