SAN NICOLÁS DE BARI. NUEVA ATRIBUCIÓN AL ESCULTOR NICOLA FUMO

26/08/2023


 

 

El historiador italiano Raffaele Casciaro ha atribuido al imaginero Nicola Fumo (1649-1725), una de las principales figuras de la Escuela napolitana barroca de escultura sacra, la talla de San Nicolás de Bari, patrón de la aldea de Cocumola (Lecce), ubicada en la región italiana de Puglia. Se trata de una grandilocuente imagen de medio cuerpo, muy típica del estilo de dicha escuela sureña del barroco en Italia, que recibe culto sobre alta peana ricamente tallada, también barroca. El santo mide 122,5 de altura y la peana tiene unas dimensiones de 80 x 80 cm.

Repintada durante mucho tiempo, lo que hizo que pasara desapercibido para la historiografía, una reciente intervención llevada a cabo por Valentino De Sario (2021-2022, imagen inferior) ha redescubierto la policromía original de la figura y rescatado todas sus cualidades escultóricas.

Se sabe que la obra procede de Nápoles y que, ante la falta de más documentación, todas las comparaciones estilísticas se dirigen a Nicola Fumo, uno de los grandes protagonistas del último barroco, famoso en Nápoles y más aún en España, cuya prolífica producción se halla repartida por todo el ex virreinato de Nápoles, territorio al que pertenecía la localidad de Cocumola cuando el santo fue encargado.

La clientela de Fumo fue amplia y variada, con obras que van desde el "Cristo caído" del templo madrileño de San Ginés hasta el "San Miguel Arcángel" de la pequeña localidad italiana de Castrignano del Capo, también perteneciente a Lecce. Aún más sorprendente es que no existan grandes diferencias cualitativas entre sus esculturas para lugares grandes y prestigiosos y aquellas destinadas a pequeñas comunidades situadas en lugares más remotos.

Es difícil hablar de pieza autógrafa en una producción como la de Fumo, que tenía las características de la serialidad y era ejecutada por un organizado equipo de auxiliares. Sin embargo, se reconoce la huella precisa del maestro en piezas como la de Cocumola. En todo caso, aunque la reciente monografía de Merola ha aclarado muchos aspectos sobre Fumo a través de descubrimientos documentales y apropiadas atribuciones, no ha proporcionado un catálogo completo de sus trabajos, de ahí que vaya siendo muy necesario un corpus completo de todas las creaciones documentadas y/o atribuidas de Fumo, que permita una comparación más cuidadosa de sus aspectos estilísticos y técnicos.

 

 

La comparación decisiva para la atribución a Fumo por parte de Raffaele Casciaro fue con la estatua de "San Gregorio Taumaturgo" que se conserva en el templo de San José en Crotona (Calabria, Italia). Comparte con San Nicolás la pose girada y expandida, la misma fisonomía, los detalles de las vestiduras y la mitra, el libro doblado con el dedo índice para no perder la página, y la calidad de la talla, con los detalles naturalistas de las venas y los mechones de la barba y de los cabellos finamente esculpidos en la madera y no confiados a los acabados del estuco previo a una policromía que, en ambos casos, consta de una fina preparación, precisamente para no ocultar la finura del tallado.

Casciaro también ha manejado hipótesis que pueden situar la obra en torno al año 1699, en la última etapa de Fumo, lo que coincide también con la cronología del santo de Crotona.

El patrón de Cocumola ha sido relacionado por otras fuentes con Gaetano Patalano, colega de Nicola Fumo. No obstante, para Casciaro la obra de Fumo es más dinámica en sus composiciones, especialmente en el lapso de tiempo que va desde los años 80 del XVII y la primera década del XVIII, cuando dialoga estrechamente con la pintura tardobarroca de Luca Giordano. Patalano, en cambio, es más comedido, pero más preciso en el detalle, menos abrumador, pero más refinado; sin embargo, sus sutiles tallas no llevan los finos velos de policromía de Fumo, presentes por ejemplo en los recuperados de San Nicolás de Bari, empleando Patalano preparaciones calcáreas más duras y clasicistas.

Estudios recientes han detallado mejor la biografía de Fumo, quien lo más probable es que se identifique con el hijo de Filippo Fumo y Portia de Mari, bautizado junto a su gemelo Giuseppe el 7 de mayo de 1649. Su trayectoria tuvo que empezar en el obrador familiar de su localidad natal, Saragnano (Salerno), para luego pasar a la órbita del ya anciano Cosimo Fanzago con el paso de los años. En la década de 1660 encontró un estilo armónico y correspondiente con las obras de Lorenzo Vaccaro, en una reelaboración común de modelos fanzaguescos y romanos.

 

 

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