Tradición y multimedia se dan la mano para contar la historia del "Presepe" (Belén) napolitano del siglo XVIII. La exposición El Belén cortesano (Il Presepe cortese), programada en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (MANN) hasta el 31 de enero de 2023 parte, virtualmente, de la corte del Carlos III de Borbón, el soberano promotor de una "moda" que, a lo largo de los siglos, se convertiría arte, tradición y folclore.

La muestra se desarrolla en tres salas: las dos primeras albergan un video inmersivo, que permite a los visitantes entrar literalmente en las escenas y arquitectura del Belén promovido por Carlos III y su corte, mientras que el último espacio está reservado para piezas de colecciones privadas del siglo XVIII.

Según sus responsables, El Belén cortesano (Il Presepe cortese) es una iniciativa del más alto perfil cultural, porque sublima el gran arte del "Presepe" con un espíritu contemporáneo de comunicación, creando así una experiencia inmersiva en un mundo que merece el reconocimiento de la UNESCO. La instalación multimedia ha sido creada por el estudio del arquitecto Marco Capasso y se acompaña de una evocadora música de Antonio Fresa. Gracias a ello el público puede descubrir, en detalle, los personajes, las historias y los significados simbólicos del "gran teatro" representado por el Belén napolitano del siglo XVIII.

En este viaje evocador, que entrelaza lo sagrado y lo profano, hay muchas referencias históricas para explorar: desde la iniciativa de Carlos III (rey de España, Nápoles y las Dos Sicilias), que lanzó lo que podríamos llamar la "nouvelle vague" del Belenismo, hasta la eclosión de una capital europea como Nápoles, que constituyó un auténtico baluarte para artistas e intelectuales de todo el mundo.

La exposición incide también en las arquitecturas belenísticas, en las que encontramos múltiples referencias al mundo de la arqueología. De hecho, algunas escenas narran los primeros descubrimientos arqueológicos que tuvieron lugar en el siglo XVIII en las ciudades de Pompeya y Herculano. Ello conecta también con Carlos III, pues el monarca fue el encargado de dar a conocer la belleza de los hallazgos al resto de Europa.

La muestra concluye con una selección de piezas imprescindibles: un Nacimiento de Giuseppe Sanmartino que perteneciente a la colección Accardi, un posadero de Nicola Somma (la estatuilla, con gesto hosco y verrugas, simboliza al diablo en el Belén, porque en el relato evangélico fue el posadero quien ahuyentó a María y a José, obligándolos a refugiarse en un establo), un noble de Salvatore Di Franco (con un traje típico del siglo XVIII en terciopelo y seda de San Leucio y botones de filigrana de plata a la catalana, que representa la diversidad social de la época) o un noble oriental con un perro de Matteo Bottiglieri (el grupo se integra en una procesión de los Reyes Magos que homenajea a las embajadas del sultán otomano y del bey de Trípoli, las cuales, al visitar Nápoles entre 1740 y 1741, despertaron el asombro de la población, de ahí que se incluyeran en el Belén).

La exposición El Belén cortesano (Il Presepe cortese) ha inaugurado la programación navideña del MANN. Un recorrido artístico por el ADN de la tradición que tiene raíces remotas y, al mismo tiempo, nunca deja de contar la contemporaneidad. El Belén no debe ser concebido como un objeto de escaparate, sino como una expresión de humanidad por parte de un mundo cosmopolita que nunca deja de sorprender