REAPERTURA DE LA GALERÍA ESTENSE DE MÓDENA

30/05/2015


 

 

Después de los graves daños causados por el terremoto de 2012, la Galería Estense de Módena reabrió ayer sus puertas con una estructura totalmente segura, un diseño renovado, 50 "nuevas" obras y un discurso museográfico mejorado. Han sido tres años de trabajo y una inversión de 760.000 euros para conservar una institución que alberga una de las colecciones de origen dinástico más importante de Italia.

Graves daños en las paredes, techos descabalgados de los muros de carga, una estructura insegura y no apta para el uso, obras de arte en riesgo... Así se presentaba la Galería Estense después del 29 de mayo del año 2012, cuando el suelo de la ciudad tembló a causa de un terremoto de magnitud 5,86 en la escala Richter. Además de la Galería, resultaron seriamente dañados muchos edificios de Módena.

El cierre de la Galería, por tanto, fue obligado, y su reparación, indispensable y urgente. Definido el proyecto y obtenida la financiación, comenzaron los trabajos, que incluyeron el reforzamiento de todo el recinto y la reordenación más coherente de sus colecciones. Durante este tiempo, la colección ha permanecido protegida y aislada en un depósito para evitar daños o posibles extravíos.

Después de tres años de clausura, ahora la Galería Estense de Módena muestra un nuevo diseño, revisado y ampliado: se hallan expuestas 609 obras, de las cuales 37 son pinturas, 40 son esculturas -entre ellas la Cabeza de Viejo modelada por Guido Mazzoni (imagen superior)- y 242 son objetos de tipología variada: restos arqueológicos, antigüedades, instrumentos musicales, frescos, etcétera.

Se incluyen también 50 piezas que antes se hallaban almacenadas, bien porque nunca se habían mostrado al público o porque solo habían salido a la luz en ocasiones excepcionales. Todo ello con un discurso museográfico mejorado mediante una redistribución más orgánica de las obras y de las colecciones, siguiendo ahora un orden cronológico y un reagrupamiento histórico-artístico más coherente desde el punto de vista del coleccionismo.

 

 

El primer paso para la renovación fue salvaguardar las obras. A continuación se demolieron dos paredes muy dañadas, las cuales fueron reconstruidas y aseguradas con estructuras metálicas. La estabilidad de varios espacios se vio reforzada mediante el empleo de bandas horizontales fabricadas con fibra de carbono.

La protección del busto de Francisco I D'Este (imagen superior), principal obra maestra de la Galería, labrada en piedra por Bernini, ha sido una prioridad absoluta. Para garantizar su mayor seguridad se le ha realizado un basamento antisísmico que, en caso de un nuevo terremoto, reduce al máximo su vulnerabilidad.

Otra pieza estrella de la galería es otro retrato de Francisco I D'Este (imagen inferior), en esta ocasión pictórico y de pequeñas dimensiones (68 x 51 cm), a cargo del pintor sevillano Diego Velázquez, quien lo realizó en 1638, cuando el duque viajó a la corte de Felipe IV en Madrid para una misión diplomática en calidad de regidor del ducado de Módena y Ferrara. El retrato muestra al joven duque con mirada altiva, engalanado con una coraza metálica y una banda roja, bajo la que pende la distinción de la Orden del Toisón de Oro. Solo es una parte de un proyecto mucho mayor jamás culminado que debía inmortalizar al duque a caballo. El cuadro fue robado en 1992 junto con un Correggio y dos obras de Francesco Lazzaro Guardi. Todos ellos fueron hallados en un cementerio poco tiempo después y reubicados en la Galería, tras una pequeña restauración, en 1995.

El nuevo aspecto de la Galería ha sido totalmente rediseñado mediante la remodelación del aspecto cromático de las salas y una iluminación parcial de nueva generación. También se han renovado los pies de foto, paneles y otros aparatos informativos para el público, y se ha editado una guía de la Galería Estense que recoge, entre otras secciones, la historia de este espacio museístico y un completo estudio de 100 obras seleccionadas.

La Galería Estense recibe su nombre del ducado D'Este, dinastía que gobernó la zona del centronorte italiano cuando la península itálica estaba dividida en varios Estados que siglos después, a finales del XIX, se unirían para conformar la actual Italia. Esta familia amasó una ingente colección de obras de arte que, el 4 de febrero de 1851, fueron donadas a la ciudad por el último duque de Módena, Francisco V Austria-Este.

 

 

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