Tras cuatro años de intensa restauración por el Opificio delle Pietre Dure, vuelve al Duomo de Florencia el monumental Crucificado de madera policromada (190 x 177 x 29 cm) labrado por el célebre arquitecto y escultor Benedetto da Maiano (1442-1497). La presentación oficial tendrá lugar el próximo 18 de abril a partir de las 17:00 horas, durante la solemne liturgia del Viernes Santo, cuando el cardenal Giuseppe Betori, promotor de esta restauración, pronuncie tres veces las palabras "Ecce Lignum Crucis".

La restauración ha devuelto el esplendor a una de las esculturas capitales del periodo savonaroliano, inmersa en una corriente estilística y espiritual similar a otras representaciones de Jesús en la cruz llevadas a cabo por maestros de la talla de Donatello, Brunelleschi y Miguel Ángel, que además anuncia la monumentalidad y el clasicismo de obras como el David miguelangelesco, realizado entre los años 1501 y 1504.

El objetivo principal era comprobar si la policromía original de la obra se encontraba bajo el infausto repinte que sufrió en el siglo XIX, cuando le fue aplicada una capa generalizada para darle aspecto broncíneo. Una vez comprobada la existencia de una policromía naturalista y asegurada la conveniencia de la restauración, empezó un largo y delicado proceso para eliminar el falso bronce. El resultado permitió recuperar tanto los colores naturales, como los valores plásticos y la perfecta y mórbida anatomía de una imagen descrita por el propio Savonarola como "dulce y buen Jesús de noble complexión, y tierno, y delicado, y muy sensible".

La eliminación de añadidos ha sacado también a la luz el auténtico tamaño del perdido perizoma, que ya se suponía iba a ser de tela azul como lo han puesto de manifiesto algunos rastros de color en la madera y un alambre enredado en un clavo. El sudario original, que cubría toda la parte superior del muslo, fue desmochado en el XIX y sustituido por uno de dimensiones muy reducidas, poco más que una tira de tela en movimiento.

Después de estudiar otros Crucificados de Benedetto da Maiano que poseen el perizoma primitivo y de efectuar varias pruebas empleando tecnología 3D, los restauradores dirigidos por Laura Speranza le han diseñado al del Duomo florentino uno nuevo, parcialmente de lino, teñido de azul y tratado con una resina específica para conservar el plegado original y hacer que sea menos receptivo a la acumulación de depósitos de polvo.