Se trata de un pequeño Niño Jesús de tan solo 19 cm de altura, labrado en madera de cedro policromada para la Santísima Cruz de la Calle Picos del municipio onubense de Moguer. Esta pequeña pero minuciosa obra representa al Hijo de Dios entronizado en una nube sobre la que parece levitar. Con carácter risueño, juguetea con los deditos de los pies, y alza su brazo derecho para bendecir a todo su pueblo.

Como pueden ver en la galería fotográfica, la talla es anatómicamente completa, con volúmenes suaves y una policromía naturalista aplicada mediante veladuras al óleo. Pese a su escaso tamaño se observan trabajados detalles realistas por parte del autor como el pelilleado de las cejas o las perfectas uñas.

Entre las obras que se encuentra modelando el joven escultor y que pronto verán la luz se encuentran dos copias de veneradas tallas sevillanas: una a tamaño real del Niño que porta la Virgen de los Reyes, talla gótica que ostenta el patronazgo de Sevilla y su Archidiócesis, y otra en formato académico de la Virgen del Amparo, efigie del maestro flamenco Roque Balduque que recibe culto en la Iglesia de la Magdalena.