PROYECTO DE RESTAURACIÓN DEL IAPH

13/05/2014


 

 

La imagen de Jesús con la Cruz al Hombro, uno de las titulares de la Hermandad del Valle de Sevilla, ha sido depositada en la sede del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), agencia pública empresarial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. Obra atribuida a un seguidor de Juan Martínez Montañés, se sitúa cronológicamente en el primer tercio del siglo XVII, pues por sus características está vinculada al periodo artístico donde triunfa el realismo proto-barroco.

La primera referencia documental que se tiene es del año 1687, a través de la donación de una tunicela para el Nazareno que se recoge en el testamento de Toribio Martínez de Huerta. Este dato hace suponer que años antes la imagen ya había sido encargada a un escultor, con toda seguridad discípulo o colaborador muy próximo de Martínez Montañés por la morfología y estilística de la obra.

En documentos que se conservan en el archivo de la Hermandad del Valle se cita la existencia de la imagen entre los años 1735 y 1754, donde consta que se le pagó a un escultor anónimo por retocar en "el pelo y corona del Señor de la Cruz a Cuesta ocho reales de vellón". Podría tratarse de la primera intervención que se realiza en la escultura, que dio a la imagen el aspecto estético que tiene en la actualidad. En los años 1878 y 1879, hay constancia de intervenciones realizadas por el escultor Emilio Pizarro de la Cruz, mencionadas en documentos de la Hermandad y en informaciones publicadas en el periódico El Porvenir. Las últimas intervenciones fueron de 1941 y 2002, esta última de Enrique Gutiérrez Carrasquilla.

Las fisuras detectadas en el soporte son el principal problema de conservación, con origen la mayoría en la separación parcial de la unión de algunas de las piezas. Otras, menos numerosas y localizadas en la espalda, son las denominadas fendas de la madera, en sentido longitudinal y ocasionadas por el secado de la madera. También se determinó en el estudio técnico-científico realizado en abril problemas en los brazos y desgastes y pérdidas de volumen por el roce de la cruz, además de apreciarse zonas que posibles pérdidas de soporte. En cuanto a la policromía, se han identificado pérdidas de pequeñas dimensiones y acumulación de suciedad superficial, concentradas principalmente en las zonas de la imagen que quedan a la vista.

Paralelamente al proceso de restauración, se desarrollará la investigación histórica, encaminada principalmente a conocer la autoría de la imagen a través de comparaciones morfológicas y estilísticas con otras imágenes de la época, para obtener una mayor puesta en valor de la escultura.

El historiador José Hernández Díaz vio un tratamiento diferenciado entre el rostro y los ensortijados rizos de la barba -de clara estirpe mesina- y el modelado más liso y apelmazado de la cabellera -inmerso en los modelos roldanescos-, aunque hay que puntualizar que, en fecha indeterminada, el Nazareno fue mutilado para eliminarle un mechón que caía sobre el hombro derecho. Por su parte, José Luis Romero Torres encuentra semejanzas con varias obras de Alonso Cano y considera que es obra de un miembro del círculo de Juan de Mesa que ha evolucionado hacia fórmulas más expresivas, propias de la segunda mitad del Seiscientos.

 

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