NUEVA OBRA DE ENCARNACIÓN HURTADO PARA SEVILLA
12/12/2010
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La escultora e imaginera de Utrera (Sevilla) reproduce a pequeña escala (64 cm de altura) el bello Nazareno con la Cruz al Hombro que recibe culto en la Iglesia de la Anunciación de la capital hispalense.
El modelo original, anónimo sevillano de la segunda mitad del siglo XVII, representa a Cristo cargando con la cruz sobre el hombro izquierdo y recibiendo la compasión de las Santas Mujeres en la Calle de la Amargura. Su noble cabeza se inclina hacia delante y al lado derecho, al tiempo que extiende el brazo en dirección a la Mujer Verónica que, postrada de hinojos, acaba de enjugarle su ensangrentado rostro. Muy acertadamente, el historiador José Hernández Díaz vio un tratamiento diferenciado entre su rostro y los ensortijados rizos de su barba -de clara estirpe mesina- y el modelado más liso y apelmazado de la cabellera -inmerso en los modelos roldanescos-, aunque hay que puntualizar que en fecha indeterminada fue mutilada para eliminarle un mechón que caía sobre el hombro derecho. Por su parte, su colega José Luis Romero Torres encuentra semejanzas con varias obras del granadino Alonso Cano y considera que es obra de un miembro del círculo del cordobés Juan de Mesa que ha evolucionado hacia fórmulas más expresivas, propias de la segunda mitad del Seiscientos.
El modelo muestra un dolorido semblante con el entrecejo en forma de uve, los ojos y las pestañas policromados en la madera, perfil semítico y labios resecos y dialogantes con las figuras que salen a su encuentro. Los músculos del cuello se hallan muy resaltados por la violenta postura que adopta el Varón. Su tronco aparece también ladeado hacia el lugar donde se encuentra la figura femenina para no perder el equilibrio, mientras que la mano izquierda abraza suavemente el travesaño del madero y las piernas se muestran en decidida actitud itinerante, con el talón derecho levantado y el pie izquierdo apoyado con fuerza en el suelo. Las carnaciones son atezadas, ofreciendo grandes heridas en la frente por la superpuesta corona que se extienden hacia el rostro y el cuello.
La imagen de la Cofradía del Valle es de madera de cedro, presentando totalmente tallados el busto, las manos y los pies, y teniendo el resto del cuerpo anatómicamente abocetado, con los brazos articulados. Por el contrario, la obra de Hurtado ha sido modelada en terracota y, al hallarse concebida como Cristo Cautivo, presenta diferencias como la zancada mucho más reducida y el giro levemente menos pronunciado. Pese a su ejecución como Jesús preso y maniatado, se le ha realizado una corona de espinas por si en alguna ocasión se recrease como Nazareno.
Pulsando en el icono que encabeza la noticia, podrán ver una galería fotográfica de una pieza para vestir encargada para la colección particular del historiador Francisco Manuel Delgado Aboza. La ropa ha sido confeccionada por Jesús Campos Montes, quien también ha sido el encargado de vestirla. Por último, recordarles que la artista ha trasladado el taller a su localidad natal, concretamente al nº 20 de la Calle Álvarez Quinteros.
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