El Museo Diocesano y la Catedral de la Transfiguración de Huesca han organizado un interesante programa de actividades para conmemorar los 500 años de la firma del retablo mayor de la Catedral y la llegada del escultor Damián Forment. Las obras del retablo se llevaron a cabo entre 1520 y 1534.

Se van a llevar a cabo visitas guiadas y teatralizadas al retablo mayor los viernes 2, 9, 16 y 23 de octubre a las 19:00 horas, con acceso por la entrada de la Catedral. La entrada es gratuita con previa inscripción y hasta completar el aforo, que será de 25 personas por visita.

Las inscripciones se deben llevar a cabo en la recepción del Museo Diocesano de Huesca, de 10:30 a 14:30 horas, de lunes a sábado, o a través del teléfono 974 23 10 99 de 09:30 a 14:30 y de 16:30 a 19:00 horas. Las visitas serán llevadas a cabo por la guia del Museo Diocesano Susana Villacampa, historiadora del Arte, en colaboración con los Talleres Municipales de Teatro y Danza de Huesca (ITHEC).

Asimismo, se ha previsto una conferencia que lleva por título "La vida cotidiana en el taller de Damián Forment, escultor del Renacimiento", a cargo de la profesora y doctora Carmen Morte García, especialista en la figura de Damián Forment y la escultura renacentista en Aragón. Esta conferencia cuenta con la colaboración del Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación Provincial de Huesca y se desarrollará el viernes 30 de octubre a las 19:00 horas en el Salón del Tanto Monta con acceso por la Calle Palacio. La entrada es libre hasta completar el aforo máximo de 50 personas y se aconseja inscripción previa.

Ha sido tal el interés del público por las actividades programadas que en tan solo dos días, desde su anuncio el pasado 28 de septiembre, se han completado los aforos para todas las visitas teatralizadas y para la conferencia sobre Damián Forment. Es intención de los organizadores del programa de repetir tales actividades a la mayor brevedad posible, de lo que les mantendremos informados.

El valenciano Damián Forment (Valencia, hacia 1480 - Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, 1540) fue el eje de la escultura renacentista en los territorios del Levante y Aragón. Al igual que el retablo del Pilar de Zaragoza, el de la Catedral de Huesca siguió fiel a la tradición gótica, con figuras de mucha arrogancia. Ambos retablos son de alabastro, en la línea de la tradición aragonesa y el modelo del catalán Pere Joan.

Sobre un gran banco con siete escenas de la Pasión de Cristo se alza el retablo de Huesca, con tres grandes escenas en altorrelieve: el Camino al Calvario, la Crucifixión y el Descendimiento. Sobre la Crucifixión de la calle central se encuentra el expositor para la Sagrada Forma, muy peculiar en todos los retablos aragoneses.