RESTAURACIÓN DEL CRISTO YACENTE DE MOTRIL (GRANADA)

Con información y fotografías de Abraham Ortega Moreno,
José Joaquín Fijo León y Almudena Fernández García (20/03/2009)

Entre los meses de noviembre y marzo, la imagen del Cristo Yacente, titular de la Real Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, de Motril (Granada), magnífica obra del escultor e imaginero granadino Domingo Sánchez Mesa, ha sido restaurada en unas dependencias de la Parroquia de la Magdalena de Sevilla por José Joaquín Fijo León y Almudena Fernández García. La talla del Yacente, labrada en el año 1947, no presentaba en general un mal estado de conservación. La urna en la que se venera ha protegido la escultura y la ha mantenido en unas condiciones de humedad y temperatura estables, evitando deterioros como la manipulación o la acumulación de polvo. Los daños encontrados son los habituales: envejecimiento natural de los materiales, a los movimientos naturales de la madera, etcétera.

La primera operación realizada ha sido la desinsectación: se ha introducido el Cristo en una burbuja plástica hermética, de la que se ha sustituido progresivamente el oxígeno del aire por nitrógeno, creando un ambiente anaerobio. En este ambiente no puede sobrevivir el insecto en ninguno de sus estados: huevo, larva e insecto adulto. La escultura ha permanecido dos meses en la bolsa para que el tratamiento fuera completo y eficaz. Una vez retirada la bolsa se ha realizado un estudio radiológico para conocer la estructura interna de la talla. Las radiografías han desvelado, como datos más interesantes, que todos los ensambles fueron asegurados por el autor interiormente con puntillas y que el sudario está realizado en tela de arpillera encolada.

La fijación de estratos ha sido el siguiente trabajo. Mediante la aplicación de coletta, protección con papel de seda y espátula térmica, se han asentado algunos levantamientos de policromía que se han encontrado en el conjunto. Retirados los papeles de fijación se ha procedido a la limpieza superficial para retirar un velo de suciedad que se localizaba, sobre todo, en los brazos del Cristo, debido a la acumulación de grasa y sudor de las manos durante la manipulación en esas zonas al coger la escultura. En esta limpieza se ha respetado la pátina original, que fue aplicada por el autor y es una parte esencial en la concepción de los valores cromáticos de la policromía. Mecánicamente se han retirado multitud de deyecciones de insectos, repartidas por toda la superficie.

Estructuralmente, la escultura sólo presenta una grieta de importancia en el ensamble del hombro derecho, que se ha enchirlatado, y otras de menor tamaño en el cabello, que también se han sellado. Para finalizar, se han repuesto las faltas del estrato de preparación y se han reintegrado cromáticamente las faltas y desgastes de la policromía. También se ha sustituido el perno de sujeción de la espalda, que se enroscaba en la madera directamente y la había desgastado, por un sistema de embutido interior en acero inoxidable.

En las siguientes fotografías pueden ver la obra expuesta, el pasado 21 de marzo,
en la Iglesia de la Magdalena de la capital hispalense, templo donde ha sido
intervenida; concretamente, en la Capilla de la Cofradía de la Quinta Angustia.

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