La intervención, que ha corrido a cargo del restaurador local José Enrique Parro Muñoz, se engloba dentro de los fondos de la Junta de Andalucía pertenecientes a las subvenciones de arte sacro de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, que ha aportado el 80 % del presupuesto, concretamente 10.827 euros, de los 13.500 a los que ha ascendido su importe. El 20 % restante lo han financiado la actual parroquia de Santa María Magdalena (también conocido como iglesia conventual del Corpus Christi de agustinas recoletas), donde se conserva, y la Hermandad del Rescate.

Según Parro Muñoz, autor también del informe previo a la intervención, esta imagen de San José, considerada una de las mejores creaciones de Diego de Mora (1658-1729), se encontraba afectada por patologías propias del paso del tiempo como las grietas, fruto de la natural dilatación y contracción de la madera, que han acabado también afectando a la policromía. Estos signos han sido corregidos por la intervención que ha acometido.

Los trabajos de restauración se han llevado a cabo en las propias dependencias del templo y han durado en torno a cuatro meses. La efigie ya se encuentra en su ubicación en la Parroquia de la Magdalena, donde también reciben culto otras tallas de Diego de Mora, caso de Santo Tomás de Villanueva, Santa Rita de Casia, San Nicolás de Tolentino, San Juan de Sahagún, o la venerada imagen procesional de Nuestro Padre Jesús del Rescate. Esta última obra, al igual que su retablo, ha sido recientemente restaurada también por Parro Muñoz.

En el próximo año 2024 se cumple el III centenario de la muerte de José de Mora, uno de los artífices más prolíficos de la Escuela granadina de escultura y el más destacado de los integrantes de la saga artística de los Mora. Su hermano Diego y su padre Bernardo fueron también escultores e imagineros.

La Hermandad del Rescate de Granada ha sido la organizadora de la recuperación de la imagen de San José, que data del año 1702. En opinión del historiador Isaac Palomino, el manto del patriarca se dispone a modo de cascada textil, y tanto el modo en que toma al Niño, casi idéntico al del San Antonio de Padua del templo granadino de las Angustias, como la postura bastante llamativa del pequeño Jesús, son otros caracteres que se repiten en los santos masculinos de Diego de Mora, quien da inicio con esta escultura de la Magdalena a la conformación de un modelo característico propio.