Esta imagen de Cristo Cautivo para Valdepeñas (Ciudad Real) ha sido tallada en directo por el escultor e imaginero hispalense en madera de cedro. Hablamos de una obra de tamaño natural (170 cm) con el cuerpo anatomizado para vestir. La policromía, de tonos bastante morenos, ha sido aplicada al óleo.

La expresión dulce y serena, habitual en el autor, busca un diálogo directo con el espectador que le reza o le contempla. Se aprecia una evidente idealización, no solo en los rasgos faciales sino en los pies descalzos y las manos atadas, parte tan característica de este tipo de iconos como la blanca túnica que lleva.