Los trabajos acaban de ser realizados en una talla de la Virgen del Carmen para vestir (cap i pota), de pequeño formato (59 cm de altura, el Niño 21 x 10 cm) y fechada a principios del XIX, que ha sido recientemente adquirida a un anticuario de Barcelona por Juan Zamanillo Tornay para su colección en Cádiz.

El estado de conservación era en general bueno, salvo leves desprendimientos en la policromía y la pérdida de cuatro dedos en la imagen del Niño, dos en la mano y dos en el pie. De ahí que la restauración haya consistido en la reintegración de las lagunas cromáticas y la reposición de los elementos faltantes.

El escultor e imaginero gaditano también ha procedido a ocultar algunos orificios innecesarios y a ejecutar una nube en madera de cedro, estofada en plata fina, con el fin de sustentar a una figura propia de la devoción doméstica que antes estaba pegada a la base de una vitrina de época posterior.

Respecto a la hechura de la obra, que por su tipología posee piernas y pies calzados con zapatos, ha sido relacionada con el escultor catalán Ramón Amadeu (Barcelona, 1745-1821), cuya prolífica producción, de influjo barroco napolitano en los belenes y academicista en el resto de piezas sacras, abrió escuela en Cataluña.