RESTAURACIÓN DE GESTIONARTE PARA SEVILLA

16/11/2020


 

 
     
     
Comparativa. Estado inicial y final

 

La intervención de conservación-restauración ha sido practicada por la firma sevillana GESTIONARTE en la imagen de San Ignacio de Loyola que figura en el hall del colegio sevillano Inmaculado Corazón de María (Portaceli), perteneciente a la Fundación Loyola (Compañía de Jesús). Estos trabajos se han llevado a cabo a iniciativa de la Asociación de Antiguos Alumnos del centro y gracias a los donativos de personas y/o empresas que han tenido a bien contribuir con este proyecto de conservación patrimonial.

La imagen, de bulto redondo y apoyada sobre una peana ochavada de aspecto jaspeado, representa al fundador de la Compañía de Jesús. De tamaño natural (195 cm de altura), se muestra de pie, con la mano derecha sujetando una bandera blanca que le envuelve y rodea el cuerpo. En la bandera figura, a la altura de la cabeza, un nimbo donde se insertan las iniciales del lema de la compañía (A.M.D.G. Ad Maiorem Dei Gloriam). En la mano izquierda porta un libro que bien pudieran ser las "Constituciones" de la compañía o bien los "Ejercicios Espirituales". Viste el hábito jesuita de la época: sotana con fajín y manteo negros, cuyos bordes quedan ricamente adornados como en el pecho, donde figura el anagrama IHS. Está realizada en madera tallada y policromada, decorada con estofados sobre oro fino. Posee ojos de cristal.

Si atendemos a la placa conmemorativa que figura en el frontal de la peana, pudo llegar a Sevilla en 1914 por el centenario de la primera restauración de la compañía, siendo entronizada en el colegio de Villasís.  Desde entonces, ha ocupado diferentes localizaciones en el interior del edificio educativo y sus sedes hasta ocupar la actual, en el hall o portería del colegio ubicado desde 1950 en la Huerta del Rey, en el barrio de Nervión.

 

 
     
     
Comparativa. Estado inicial y final

 

La imagen es obra del jesuita madrileño Victoriano Salmón S.J. (1839-1910), quien debió ejecutarla hacia 1885. Se trata de una versión del San Ignacio de Loyola que realizó para el colegio madrileño de Nuestra Señora del Recuerdo, la más importante del escultor jesuita con la que renovó la iconografía del santo. A la versión sevillana se suman, al parecer, otras repartidas por España y América.

En términos generales, el soporte de madera no presentaba alteraciones destacadas que pusieran en peligro la perdurabilidad de la imagen. Tan sólo las numerosas grietas verticales desarrolladas a consecuencia del sistema de construcción y materiales empleados, así como la incidencia de la Temperatura y Humedad Relativa (HR) que afectan directamente a la estabilidad de la madera y, consecuentemente, al revestimiento polícromo. 

Sin embargo, en lo que al estrato de revestimiento se refiere, el deterioro era altamente significativo por los numerosos desgastes, abrasiones y pérdidas de dorado y color que presentaba, por las pérdidas de materia (lagunas) que se repartían por toda la superficie y porque las intervenciones restauradoras acometidas no habían hecho más que agravar el problema conservativo al aplicar "pátinas" artificiales y retoques al óleo que se mostraban alterados. Además, estas reparaciones (realizadas con materiales y una praxis actualmente obsoletos), ocultaban buena parte de la policromía original de la imagen, ahora felizmente recuperada.

 

 
     
     
Comparativa. Estado inicial y final

 

Una vez trasladada la imagen al estudio de restauración de GESTIONARTE, se procedió a realizar un estudio técnico y fotográfico detallado de la misma, previo al inicio de los trabajos que complementase el efectuado en el momento de la redacción del proyecto. A continuación, se eliminó el polvo y otros depósitos en superficie, y se realizó una fijación preventivo-curativa de los levantamientos existentes en la superficie polícroma.

De gran dificultad califica GESTIONARTE el proceso de limpieza, por cuanto tuvieron que retirar los repintes aplicados en intervenciones anteriores -no sin esfuerzo, dada la dificultad que presentaba- hasta sacar a la luz la policromía subyacente en estas zonas. Seguidamente, procedieron a consolidar el soporte de madera para finalmente proceder a la reintegración volumétrica y cromática de todo el conjunto.

La obra de Victoriano Salmón puede definirse como una singular aportación a la escultura romántica española, y está caracterizada, según García Gutiérrez, por la grandiosidad, la expresión de los sentimientos y la originalidad de las composiciones, características que encontramos en la pieza que nos ocupa, así como en el monumental Sagrado Corazón de Jesús que se venera en la hornacina central del retablo mayor de la iglesia de los jesuitas en la calle Jesús del Gran Poder de Sevilla, fechable en la primera década del siglo XX. 

 

 
 
Proceso de intervención

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com