NUEVAS OBRAS DE EDUARDO GARCÍA MÁRQUEZ

Con información del autor (27/03/2023)


 

Nota de La Hornacina: noticia ampliada el 29 de marzo de 2023.

 

Galería de Fotos

 

Grupo escultórico titulado Por la calle de la Amargura, compuesto por las figuras de la Virgen dolorosa y san Juan Evangelista. Se trata de dos esculturas de candelero para vestir, de tamaño natural (miden 170 cm de altura, aproximadamente), realizadas en técnica mixta (madera y terracota) y policromadas.

Continuando con su investigación y sus inquietudes artísticas, el escultor e imaginero Eduardo García Márquez busca la síntesis en las formas como vehículo plástico "para acercar a lo divino", haciendo especial hincapié en la gestualidad expresiva como medio de comunicación e intentando llevarlo a un resultado con identidad propia, con el hándicap añadido de ceñirse estrictamente a las directrices marcadas por la imaginería religiosa tradicional, tanto en el concepto como en los aspectos puramente formales y técnicos.

En este caso, el modelo seguido es el clásico en las representaciones barrocas de esta iconografía pasionista, con el apóstol acompañando a María en los difíciles momentos de la agonía y muerte de Jesús, tomando referentes compositivos e interpretando los modelos desarrollados por Ignacio López a principios de siglo XVIII.

El grupo se exhibe en la exposición de cuaresma del café malagueño Puerta Oscura (Molina Lario, 5). Para completar la correcta lectura del conjunto, su autor ha contado con la impagable ayuda de dos malagueños: el vestidor Rafael de las Peñas en sus atuendos, y el fotógrafo Luis Manuel Gómez Pozo en las instantáneas.

También forma parte de la muestra otra dolorosa, esta vez en solitario. Se trata de la obra titulada Mirad y ved si hay dolor como el mío, realizada en el presente año 2023, en madera policromada, de candelero para vestir y a tamaño natural (mide 1 metro de altura). Se presenta arrodillada, con las manos entrelazadas en actitud reflexiva. La imagen ha sido realizada expresamente para dicha exposición y para una ubicación concreta, dentro de una vitrina acristalada; de esta manera, el autor ha tomado como referente los simulacros de esta tipología con destino a oratorios particulares y conventos; representando, a diferencia de la otra dolorosa expuesta, el dolor de María de una manera más intimista, absorta en la aceptación de su aflicción, una vez que todo se ha consumado. El rostro, en actitud serena y de recogimiento, desvía por un momento la mirada hacia el espectador que pasa, estableciendo así un vínculo de comunicación visual con el mismo.

También para la presentación de esta obra, Eduardo García Márquez ha contado con la labor de Rafael de las Peñas en la tarea de vestirla, siendo el reportaje fotográfico de Luis Manuel Gómez Pozo.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de las obras a través del icono que encabeza la noticia.

 

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