NUEVAS OBRAS DE ÁLVARO FRÍAS

04/12/2023


 

 

El joven escultor e imaginero madrileño Álvaro Frías, con taller en la localidad de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), se hace un hueco en la imaginería nacional con el conjunto escultórico de los Reyes Magos que completará el Belén de la Real Colegiata de San Isidro de su ciudad natal.

Álvaro Frías ha sido discípulo durante 8 años de Antonio José Martínez Rodríguez, escultor e imaginero jiennense con taller en Madrid. A su vez, se ha formado en la madrileña Escuela de Arte "La Palma", cursando el Ciclo Formativo de Grado Superior de Artes Aplicadas de la Madera, realizando las prácticas en el Palacio Real de Madrid, dorando y restaurando dorados. Al culminar estos estudios, continuó su formación en la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid, donde se especializó en Conservación y Restauración de Escultura en madera policromada y dorada, destacando su intervención en el retablo de San Sebastián y San Damián (siglo XVI) de la Catedral de Cuenca. También ha trabajado en el taller del conservador y restaurador sevillano Darío Ojeda Cordero, quien destacara por su intervención a María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores y Compasión, de la Hermandad del mismo nombre del barrio sevillano de Bellavista. Cabe nombrar la intervención durante este período del cuadro de las Ánimas Benditas de Los Palacios y Villafranca, la escultura San Miguel Arcángel de la misma localidad sevillana (taller de Pedro Roldán, siglo XVII), la restauración del paso procesional de la Hermandad de los Gitanos de Ronda (Málaga) y la del retablo de la Hermandad del Gran Poder de Lucena del Puerto (Huelva). En estas últimas intervenciones, las labores de dorado las realizó Álvaro Frías, al igual que el marmoleado del retablo mencionado.

Pero, en esta ocasión, Álvaro Frías presenta su primer conjunto escultórico en solitario. Se trata de los Reyes Magos a tamaño natural (160 cm), realizados en barro cocido, de candelero -ropas diseñadas y realizadas por Daniel Robles- y policromados al óleo con la técnica al pulimento. Poseen pestañas de pelo natural. Los zapatos también están realizados en barro cocido dorados al agua en oro fino alemán de máxima calidad de 23 ¾ quilates, y estofados al temple.

Destaca la caracterización de cada uno de los reyes, siendo muy diferentes entre sí. El escultor ha querido plasmar una raza diferente según los tres continentes que se conocían cuando Jesucristo nació: Europa en Melchor, Asia en Gaspar, con rasgos indios, y África en Baltasar. No obstante, ha pretendido dar mayor simbolismo en los tres magos: las tres edades del hombre, donde Melchor es el anciano, Gaspar el hombre de mediana edad y Baltasar el muchacho joven.

Por último, el significado teológico que Álvaro Frías ha querido representar se encuentra en la postura de los magos. La Sagrada Escritura dice que los presentes entregados a Cristo son oro, incienso y mirra (Mt 2, 11). La Iglesia asigna a cada uno de estos regalos un significado: el primero por ser rey, el segundo por ser Dios y el tercero por ser hombre mortal. De este modo, Melchor lleva el oro -y, ante un rey, se debe hacer una reverencia-, Gaspar entrega el incienso -no hay mayor gesto de adoración a Dios que la genuflexión- y la mirra la porta Baltasar, quien señala al Niño mientras mira al pueblo de manera alegre y radiante, presentando al recién nacido, al redentor del mundo, que, aunque morirá, dará la vida eterna. De esta manera, el observador se hace partícipe y se adentra en el propio misterio del Nacimiento del Hijo de Dios.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de las obras a través del icono que encabeza la noticia.

 

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