TOULOUSE 1300-1400. EL ESPLENDOR DE UN GÓTICO MERIDIONAL

19/10/2022


 

 
 
Foto: Bernard Hasquenoph

 

El Museo Cluny o Museo Nacional de la Edad Media (Rue de Sommerard 28, París) inauguró ayer una exposición temporal para celebrar la remodelación del centro, titulada Toulouse 1300-1400. L'éclat d'un gothique méridional (Toulouse 1300-1400. El esplendor de un gótico meridional). La muestra podrá visitarse hasta el 22 de enero del próximo año 2023 en horario de 09:30 a 18:15 horas (cerrado lunes, 25 de diciembre y 1 de enero).

La exposición presenta un inventario único sin precedentes de la creatividad artística en Toulouse durante el siglo XIV. Destacan especialmente la presencia de cuatro estatuas pertenecientes a la Capilla de Rieux, obras maestras de la escultura policromada del siglo XIV. Las miniaturas tolosanas también son protagonistas de la muestra gracias a una quincena de hojas iluminadas y manuscritos.

En total se exponen más de 80 obras que muestran la riqueza de la producción creativa tolosana durante dicho periodo, así como el vaivén de influencias que existen entre Toulouse, Avignon y los valles pirenaicos.

En ese momento, Toulouse era una de las ciudades más grandes de Francia, junto con París, Lyon, Orleans o Rouen. La ciudad des Languedoc experimentó un apogeo durante la primera mitad del XIV. Adjunta al reino de Francia desde 1271, la ciudad conserva su personalidad mientras se desarrolla económicamente. Aprovecha la sede del papado en Avignon, a menudo estrechamente ligada a su Universidad o a los conventos de órdenes mendicantes establecidas en la ciudad, en particular franciscanos y dominicanos.

 

 
 
Foto: Basile Nottin

 

La primera sección de la exposición está dedicada a la organización y al modo de vida en la diversa ciudad de Toulouse del siglo XIV, a través sobre todo de su cerámica y de sus epitafios.

La segunda presenta una selección de obras maestras, caso de las estatuas de la desaparecida Capilla de Rieux en Toulouse, fundada por el franciscano Jean Tissendier -estatuas que están entre las esculturas policromadas más bellas de su época, no solo de Francia sino de Europa- y los manuscritos y hojas iluminadas que atestiguan la originalidad de los iluminadores de Toulouse, influenciados por modelos parisinos, catalanes e italianos.

El ir y venir de influencias entre Toulouse, Avignon y los valles pirenaicos se mencionan en un tercer apartado, donde también pueden admirarse piezas de orfebrería realizadas en plata con el sello de Toulouse. 

La muestra Toulouse 1300-1400. El esplendor de un gótico meridional ha sido organizada por el Museo de Cluny y la Réunion des Musées Nationaux - Grand Palais. Los fondos con que cuenta la exposición se han beneficiado de un préstamo excepcional por parte del Museo de los Agustinos de la ciudad de Toulouse.

 

 
 
Foto: Bernard Hasquenoph

 

 

Esta exposición parisina cuenta con dos obras navarras en préstamo: la tabla Crucifixión de la Catedral de Pamplona y la cabeza de Cristo de Oliver del Museo de Navarra, también procedente de la Catedral. Las piezas navarras han causado sensación entre los organizadores por su antigüedad y calidad, algo que pone en valor el patrimonio navarro, así como la importancia de los intercambios culturales transfronterizos. La tabla Crucifixión pertenece a la escuela francesa del siglo XII. Es una pieza exquisita que combina labores propias de un orfebre con el preciosismo de un iluminador de manuscritos. El artista empleó en su obra pan de oro trabajado con minuciosidad y pintura al temple, tal y como se hacía en los mejores libros miniados. Muestra en el centro a Cristo crucificado, en una cruz formada por dos troncos de árbol sin desbastar. Entre los detalles ornamentales aparecen signos heráldicos de Navarra y Francia, que centran su datación entre 1285 y 1328. La cabeza de Cristo es obra de Juan Oliver, artista que ocupa un lugar destacado entre los pintores trecentistas de Europa occidental. La primera mitad del siglo XIV, durante la que Oliver trabaja en el refectorio de la Catedral de Pamplona, es la época dorada de la pintura mural en el Reino de Navarra. La cabeza de Cristo de la escalera del lector del refectorio es una obra extraordinaria, realizada por un artista de talla internacional que dejó una huella profunda y duradera. En la solicitud inicial, además de estas obras se encontraba la imagen de la Virgen de Roncesvalles, cuyo préstamo se denegó. Una vez finalizado el periodo de préstamo, a finales de enero, las obras volverán a Navarra y podrán ser de nuevo contempladas tanto en la Catedral de Pamplona, como en el Museo de Navarra.

 
 
 
 

 

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