LE PRINTEMPS DE LA REINASSANCE

21/09/2013


 

 

Le Printemps de la Renaissance. La Sculpture et les Arts à Florence, 1400-1460 (La Primavera del Renacimiento. La Escultura y las Artes en Florencia, 1400-1460) rastrea los orígenes de este gran movimiento artístico y cultural que nació en la Florencia republicana a principios del siglo XV. A principios del Renacimiento, una nueva visión del hombre en su relación con el universo y la historia tiene lugar en dicha ciudad italiana.

La exposición, la apuesta más ambiciosa del parisino Museo del Louvre para la temporada otoñal -desde el 23 de marzo al 18 de agosto de 2013 esta muestra se desarrolló con gran éxito en el florentino Palacio Strozzi-, presenta una serie de piezas creadas a partir de las grandes innovaciones, a menudo asociados con la antigüedad clásica -el clasicismo grecorromano hizo gran mella en los artistas e intelectuales de la poderosa república de Florencia-, que transformaron el concepto artístico en Occidente. Fue entonces cuando el gótico internacional comenzó a dejar paso a los primeros gestos y detalles renacentistas.

Esta puesta en relación de obras de la Antiguedad clásica con el Quattrocento es una constante a lo largo de Le Printemps de la Renaissance, cuyo recorrido concluye en la década de los años 60, momento en el que se pasa de la república florentina a la toma del poder real por los Médicis y el inicio del principado. La muestra podrá contemplarse en el Louvre del 26 de septiembre de 2013 al 6 de enero de 2014.

La irrupción de figuras capitales del arte del Renacimiento, todas ellas inscritas en un contexto tan humanista como cristiano; los inicios del uso de la perspectiva matemática por parte de los artistas; el desarrollo de nuevos temas como los llamados "pequeños ingenios" (spiritelli), o los nuevos tipos de esculturas, como el monumento ecuestre y el busto, son algunos de los temas que incorporan esta nueva visión del mundo.

El primer Renacimiento no se difundió en todas las artes al mismo tiempo, pues fue la escultura la que aportó realmente la creación surgida de los ideales del humanismo republicano de la ciudad. Menos representada en la exposición que la escultura es la pintura, aunque a la vez está muy presente; y es que la pintura siguió el movimiento, pero ya hacia 1420, en particular con Masaccio (1401-1428). 

La muestra, comisariada por Marc Bormand, conservador-jefe en el Departamento de Escultura del Museo del Louvre, y Beatrice Paolozzi Strozzi, directora del Museo Nacional del Bargello, reúne 150 obras procedentes de los fondos del Louvre y de prestigiosas instituciones extranjeras, entre ellas el Palacio Real de La Granja de San Idelfonso (Segovia). Las obras maestras de Donatello, sin duda alguna el artista más creativo del siglo y uno de los propulsores del movimiento, ejercen de hilo conductor del evento.

Ttrabajos de otros ilustres creadores como Lorenzo Ghiberti, Agostino di Ducio, Luca della Robbia, Andrea del Castagno, Michelozzo di Bartolomeo, Nanni di Banco, Paolo Uccello, Desiderio da Settignano o Mino da Fiesole; paneles de Filippo Brunelleschi y Ghiberti, ambos presentados en el concurso para la ejecución de la segunda puerta del Baptisterio de Florencia (1401); las esculturas en bronce de San Mateo, de Ghiberti (imagen superior), San Luis de Toulouse y el primer David -labrado en mármol- de Donatello (imagen inferior); las terracotas esmaltadas de Luca della Robbia, o la serie de bustos florentinos son algunas de las principales obras expuestas que manifiestan claramente la eclosión creativa de la Florencia del Quattrocento.

 

 

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