RESTAURACIÓN DE JUAN FERNÁNDEZ ROBLES PARA SEVILLA

07/12/2021


 

 
 
Comparativa del rostro. Estado inicial y final

 

Los trabajos han sido practicados por el pintor y restaurador de Estepa (Sevilla) en una imagen barroca de la Nuestra Señora del Carmen, conocida popularmente como "La Palomita", que se conserva en el convento hispalense del Santo Ángel de la Guarda, ahora presente en la exposición ¡Salve, Madre! dedicada en el museo del cenobio carmelita a las representaciones letíficas de María en colecciones particulares.

Se trata de una obra de candelero para vestir del siglo XVIII, de tamaño académico, con el cuerpo y las manos de madera y la cabeza de terracota, todo ello policromado al óleo en sus partes visibles. Obra realizada para el culto privado, de carnes nacaradas y delicadas muy del gusto de la época en que fue realizada.

 

 
 
 
 
Comparativa rostro y busto. Estado inicial y final

 

Este simulacro de la Virgen del Carmen presentaba una serie de daños y pérdidas muy acusados, debido al envejecimiento propio de sus materiales y a distintas intervenciones acaecidas a lo largo de su historia material, en su mayoría muy poco acertadas.

Mediante el diagnóstico organoléptico se pudo apreciar diferentes fisuras en el rostro, la cabeza y el tronco. En la parte trasera se advertía cómo un postizo, que le cubría el peinado original, se estaba desprendiendo, ocasionando daños a la talla original y enmascarando la lectura original de la pieza. Dicho postizo estaba realizado mediante una resina de notable dureza, la cual se pudo comprobar más tarde que también sirvió para afianzar mediante estopa y vendas los brazos a las manos.

 

 
 
Comparativa del rostro. Estado inicial y final (imagen vestida)
 
 
 
 
Estado final (detalle). Imagen vestida

 

La restauración ha consistido en la retirada del postizo de resina, tras lo cual se pudo comprobar el delicado trabajo de modelado del pelo. Tanto los brazos como el candelero antiguo, ambos en avanzado estado de deterioro, han sido también sustituidos por un candelero completo y articulado en madera de pino de Flandes, que ha dado mayor cohesión y embellecimiento a las distintas partes de las que se compone la figura.

Para finalizar, se ha repuesto la policromía perdida en las fisuras faciales y se le ha aplicado una protección final con el fin de proteger la policromía original de los distintos agentes de deterioro. 

 

 
 
Estado final (detalle)

 

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