El último número de la revista Accadere (Universidad de La Laguna) recoge el estudio seis grupos que, tras el pertinente examen de sus rasgos técnicos, estilísticos e iconográficos, proponemos su atribución al escultor sevillano Cristóbal Ramos Tello (1725-1799) y su taller. Las atribuciones han sido propuestas por el historiador y docente hispalense Salvador Guijo, experto en la última edición del Premio La Hornacina.

De entre las atribuciones, destaca la iconografía de San José con el Niño, especialmente desarrollada durante la Contrarreforma debido a la difusión de un nuevo modelo de espiritualidad más humanizada, así como la de su tránsito y la del Belén, de origen franciscano. El análisis del medio que rodea a estas imágenes revela los rasgos que remiten claramente a sintagmas tradicionales barrocos, así como a la producción del artista propuesto.

El primero de los grupos josefinos atribuidos a Cristóbal Ramos se halla en el monasterio sevillano de Nuestra Señora de Consolación; el segundo pertenece al convento de San Agustín de Valdepeñas (Toledo); el tercero, así como el Belén, al monasterio sevillano de San Leandro; el siguiente perteneció a la colección del doctor Guilherme Moreirase y fue subastado en el año 2020 en la casa Cabral Moncada Leilões (Lisboa), y el último se venera en el convento de Santa María de Gracia (Jerez de la Frontera).

Todas las piezas son de tamaño inferior del natural. Las tres primeras representan al Patriarca con el Niño Jesús, siendo retocada la del monasterio de Consolación, según Guijo, por Juan de Astorga, discípulo de Ramos. El Belén está formado por las figuras de María y José adorando al Niño en una cuna. Por último, el grupo jerezano representa, dentro de una urna barroca, el Tránsito de José asistido por Jesús, María y un arcángel.