NUEVA OBRA DE ELÍAS RODRÍGUEZ PICÓN

Con información de Elías Rodríguez Picón y Jesús Abades (31/07/2015)


 

 

Hace unos meses conocimos una alarmante encuesta sobre igualdad de sexos que confirmaba el auge del machismo entre las nuevas generaciones. Quizás por problemas a la hora de identificar ciertas conductas como violencia de género, lo cierto es que, pese al rechazo general que existía a la violencia machista y sus expresiones más claras -la física y la psicológica-, muchos jóvenes toleran la violencia de control, una actitud que impide a uno de los miembros de la pareja, mujeres en su inmensa mayoría, trabajar o estudiar, ver a su familia y a sus amistades, y tener un horario libre e independiente sin la vigilancia del otro.

 

 

 

Situaciones como la violencia de control colocan a las mujeres en inferioridad y dependencia y son una antesala del maltrato más grave. El hecho de que el sistema educativo de nuestro país -donde todavía pervive un concepto machista y patriarcal, representado muchas veces en la figura del toro o el macho cabrío disecado que cuelga de las paredes de una España fosilizada y profunda- haya marginado en el ámbito educativo materias sobre igualdad y violencia de género, ha llevado al artista Elías Rodríguez Picón a crear una obra que denuncia el servilismo y la posesividad que conlleva el mundo de la pareja, especialmente la unión matrimonial.

 

 

 

En esta instantánea, titulada El Pan Nuestro de Cada Día, el autor no solo denuncia la situación de la mujer como esclava de su esposo, dueño y señor en lugar de compañero y amante, sino también la hipocresía que rodea la institución del matrimonio, cuyo presunto cielo de estrellas muta en espinosos cardos que zahieren la convivencia. La mujer se convierte así en una especie de máscara que alberga temores y venganzas hacia el varón que la ignora y la humilla, emulando de paso a una especie de superheroína que busca desesperadamente cortar las cadenas con quien, bajo un poderío físico de gimnasio globalizador, solo esconde un ente inmaduro que juguetea con teles de plexiglás mientras prepara sus escarceos ayudado por las nuevas tecnologías.

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com