El escultor e imaginero de El Puerto de Santa María (Cádiz) reinterpreta nuevamente la figura de San Agustín de Hipona en esta pieza tallada en madera de cedro real, estofada y policromada al óleo, para el colegio de la orden de los agustinos del municipio de Los Negrales (Madrid), una pieza de busto de la que ya les informamos con motivo de la entrevista que le realizamos a Daniel Herrera el pasado mes de julio.

Al ser destinada a un público escolar y, por tanto, joven, los ricos ropajes del Doctor de la Iglesia, propios de su condición de obispo, se han trabajado con colores claros y vivos, para así facilitar la peculiar didáctica que encierra su decoración, inspirada en parte de los escritos del santo.

En la parte frontal de la mitra se ve reflejada la Virgen María sobre una media luna dorada sostenida por dos ángeles y bajo un sol con el Espíritu Santo en forma de paloma. Con María se representa el momento de la Encarnación del Verbo, cuando la doncella queda encinta, por ello sus brazos están cruzados en actitud de protección. A un lado vemos el Alfa y el Omega en un mismo símbolo, y al otro, la Santísima Trinidad como se representaba en la Antigüedad. Todo ello sobre una luz radiante que representa el día.

En la parte posterior, encontramos la noche, siguiendo los dictados del Génesis recogidos en el Antiguo Testamento: "Dios crea el día y la noche" (Gn 1, 5). Aquí María aparece enmarcada por tres estrellas que simbolizan su virginidad por partida triple: antes, durante y después del nacimiento de Jesús.