La imagen de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso es una talla de candelero para vestir, realizada por un autor desconocido durante el último tercio del siglo XVII. Es titular de la Muy Antigua, Fervorosa y Mercedaria Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de la Merced, con sede en el antiguo convento del Corpus Christi de El Viso del Alcor (Sevilla).

La efigie ha sido recientemente intervenida por el escultor e imaginero alicantino Ramón Cuenca Santo, quien ha recuperado el modelado original de la imagen, eliminando ciertos elementos ajenos que habían sido incorporados en intervenciones anteriores y que desvirtuaban su impronta primitiva.

Ya en la obra bibliográfica "Nazarenos de Sevilla", el historiador Federico García de la Concha Delgado, al describir artísticamente la imagen de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, advertía sobre las "desafortunadas" restauraciones que había sufrido la talla y le habían restado su valor. En efecto, se contabilizan varias intervenciones, entre las que destacan las de los artistas Antonio Gavira (1970) y Francisco Berlanga de Ávila (1994). En el año 2015, la restauradora Esperanza Fernández Cañero realizó una limpieza conservativa de la talla.

En los últimos años, se atisbó cómo los estratos de policromía se estaban desprendiendo de la efigie, con lo que la Hermandad del Nazareno de El Viso del Alcor consideró oportuno realizar una restauración profunda, con el fin de devolver, en la medida de lo posible, la impronta original a la dolorosa. Para ello, se conformó una comisión técnica e interdisciplinar que se ha encargado de supervisar todo el proceso conservativo, estando compuesta por restauradores, conservadores, historiadores del arte y hermanos de la corporación.

Inicialmente, la Virgen fue trasladada al taller de la conservadora y restauradora Esperanza Fernández Cañero, la cual realizó diversas catas sobre el estrato pictórico que poseía la efigie mariana. Tras ello, se pudo comprobar el porcentaje de la policromía original, presentando la imagen diversas lagunas pictóricas y existiendo hasta tres capas de calidad y épocas dispares. Reunida la comisión técnica, se decidió reintegrar la encarnadura conforme a la tonalidad de la policromía más antigua conservada.

Los trabajos continuaron en el taller de Ramón Cuenca Santo, ubicado en el municipio alicantino de Cox. La comisión valoró y decidió también el cambio de candelero, al percibir que la talla presentaba una posición incorrecta que desvirtuaba la mirada de la Virgen, tenuemente dirigida hacia la figura de San Juan Evangelista, con lo cual ha sido posible recuperar su posición primigenia.

Seguidamente, se procedió a eliminar los distintos añadidos que desvirtuaban la correcta lectura de la obra y la calidad de la talla, recuperado el rico modelado de la efigie, alterado en distintas intervenciones anteriores. Finalmente, se actuó sobre la encarnadura del rostro y manos, aplicando una nueva policromía, respetando siempre las tonalidades primitivas, el valor histórico de la obra y su antigüedad.

Con estos trabajos de intervención y recuperación de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, queda corroborada la extraordinaria calidad de la talla, la cual fue realizada juntamente con la escultura del Evangelista, rescatando así una imagen de gran valía artística para el patrimonio escultórico de la Hermandad Nazarena.

De esta forma, se puede certificar que nos encontramos ante la dolorosa documentada más antigua de la localidad sevillana, cuyas referencias históricas datan de, al menos, el año 1711, con un culto continuado hasta nuestros días, procesionando cada mañana del Viernes Santo por las calles de El Viso del Alcor.