NUEVA OBRA DE RAMÓN CUENCA SANTO

Santiago Rodríguez López (15/06/2018)


 

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La última obra de Ramón Cuenca Santo, este Niño Jesús mostrando el corazón inflamado de su pecho, tiene como destino la localidad filipina de San Rafael, en la provincia de Bulacán. Alcanza unas dimensiones de 65 cm (incluyendo la peana) y ha sido tallado en madera de cedro y posteriormente policromado al óleo, colocándose ojos de vidrio y pestañas de pelo natural en los párpados superiores.

Con tez clara y sonrosada, el divino infante se yergue sobre una peana marmolizada de corte rectangular, señalando con la mano izquierda el corazón llameante que le brota del pecho, envuelto en un halo de luminoso de rayos dorados; el brazo derecho queda extendido hacia atrás, replicando junto al izquierdo la diagonal que describe el contraposto de piernas y cadera.

Este tierno simulacro se vincula con las primeras representaciones de Jesús mostrando su corazón, como símbolo de entrega y amor divino a la humanidad. Aun con muchos elementos comunes, no participa de la iconografía propia del Sagrado Corazón de Jesús, al menos, tal y como fuese fijado tras las visiones de Santa Margarita María de Alacoque en la localidad francesa de Paray-le-Monal, cuando se definen los elementos pasionistas que han de aparecer junto al corazón llameante, traspasado, coronado de espinas y rematado por la cruz.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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