Realizada expresamente por el escultor alicantino para la muestra Niña, Virgen y Madre Gloriosísima. 250 Años del Patronazgo de la Inmaculada en el Reino de España, que estos días pueden visitar en la sala de exposiciones del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, esta pieza de pequeño formato (55 cm de altura) representa a San Joaquín, padre de la Virgen María, llevando en brazos a su Hija.

Labrado en terracota policromada y dorada, el santo aparece como un anciano de larga barba blanca (según la tradición, tenía 80 años de edad cuando falleció poco después de ser María presentada en el templo) y tocado con turbante, acunando con dulzura a la Virgen Niña. Ambos personajes se dedican amorosas miradas y están ataviados con suntuosos ropajes, herencia de los simulacros levantinos del Setecientos.