Tras acometer las labores de Conservación y Restauración del Ángel Eucarístico durante un año, la Hermandad Sacramental de la Vera+Cruz de Valencina de la Concepción (Sevilla), ha recibido la imagen tras la intervención llevada a cabo en el estudio de la restauradora y pintora Sheila Criado (Castilleja de la Cuesta, Sevilla).

En los trabajos han intervenido un extenso grupo de profesionales que han ayudado, cada uno de ellos en su campo, a culminarlos con éxito: Gabriel Casado Ponce, escultor e imaginero, se ha encargado, junto con Francisco Limón Parra, de las labores de talla directa y confección de innumerables piezas faltantes perdidas que se han repuesto, y Juan Francisco Ferrer Calzado, historiador del arte, se ha encargado de toda la documentación histórico-artística de la escultura, y ha redactado e investigado acerca de los hallazgos encontrados.

Tras realizar un estudio organoléptico a la imagen, el mismo fue complementado con otro de Rayos X realizados por convenio en el Hospital Vithas Nisa de Castilleja de la Cuesta.

Después de fijar la policromía para evitar desprendimientos en la manipulación, y llevar a cabo el desmontaje y retirada de todos los elementos metálicos que estaban dañando el soporte de madera; en dicho desmontaje, al desensamblar el busto del cuerpo, apareció en la caja interna el documento de autoría de dicha obra. Este documento cita para quien fue realizada la obra y su autor, siendo este Vicente Hernández Couquet con fecha de 1858.

Tras dicho hallazgo, Sheila Criado se puso en contacto con el reconocido historiador del arte José Roda Peña, que amablemente orientó acerca del Ángel Eucarístico, junto con la extensa investigación realizada por Ferrer Calzado y los documentos de inventariado aportados por la Hermandad de la Vera+Cruz de Valencina de la Concepción, la restauradora cita con testimonio la autoría y propiedad de la imagen.

Por otro lado, se realizan innumerables tratamientos a la imagen, desde la desinsectación por anoxia, hasta reajuste del soporte de madera y todos sus anclajes.

También se puso en contacto Sheila Criado con la Cofradía de los Servitas de Murcia, propietaria del Ángel Servita, otra figura angélica perteneciente a la misma serie que el que hemos intervenido. Dicha corporación de penitencia le deriva a su restaurador, Santiago Rodríguez López, quien le aportó las medidas exactas de piezas faltantes como las alas y la peana, con el fin de confeccionar las piezas nuevas perdidas.

Erróneamente atribuida a Luisa Roldán, desde La Hornacina consideramos el Ángel Servita murciano como obra sevillana de la segunda mitad del siglo XIX y la atribuimos a la producción del escultor e imaginero Gabriel de Astorga. Finalmente, la imagen fue documentada y datada por José Cuesta Mañas como obra del valenciano, afincado en Sevilla, Vicente Hernández Couquet (Valencia, 1807 - Sevilla, 1868) -coetáneo de Gabriel y el imaginero más relevante en la Sevilla de la segunda mitad del XIX tras el hijo de Juan de Astorga- quien la realizó en 1858 para formar parte del paso alegórico del Dulce Nombre de Jesús, perteneciente a la cofradía hispalense de la Quinta Angustia.

Se llevó a cabo un duro proceso de consolidación y reajuste de la estructura, el ensamblado de nuevas piezas, y el saneamiento de grietas y fendas. Seguidamente, se realizó un estudio conciso para realizar la limpieza de la policromía, llevándose a cabo con un simple medio acuoso natural, sin nada de aditivos que pudieran limpiarla en exceso. A continuación, se realizó el estucado de faltas de policromía y correcto enrasado para, posteriormente, reintegrar cromáticamente mediante "puntinatto" y técnicas al agua las lagunas estucadas.

Una vez finalizada la reintegración, se llevaron a cabo los pertinentes barnizados, añadido de protecciones a elementos externos, y el reportaje final y comparativo de estudio. Así, la imagen del Ángel Eucarístico es entregada en optimo estado de conservación y se le añade un valor extra al haberse hallado el documento de su autoría.