Durante los meses de enero y febrero del presente año, se ha llevado a cabo la primera fase de la intervención de conservación-restauración por el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) de las pinturas murales de la Sala del Mapamundi o de los Cuatro Continentes, del Palacio de los Barones de Pinós, también llamado Castillo de Bagà, localidad de la comarca del Berguedà en la provincia de Barcelona.

El palacio fue construido durante el siglo XIII como residencia familiar de los barones de Pinós, y como centro político y administrativo de sus posesiones. Muy dañado durante la Revuelta de los Segadores (1640-1652) y la Guerra de Sucesión (1701-1713), fue reconstruido en el último tercio del siglo XVIII.

Estos procesos de restauración por parte del CRBMC han consistido en una fijación generalizada de los estratos de pintura que han sobrevivido (hay un nivel de pérdida de capa pictórica del 60%), la consolidación de sus morteros originales y la limpieza global, mecánica, acuosa y química, de la superficie pictórica.

Durante los procesos de limpieza se han descubierto en la Sala Mapamundi del Castillo de Bagà las cuatro escenas que corresponden a los cuatro continentes, con sus iconografías y emblemas hasta entonces prácticamente ininteligibles, y con la arquitectura dentro de la que se enmarcan.

Así, vemos que Asia se representa como una figura femenina con un incensario en una mano, una flor de la pimienta o del café en la otra y un camello a sus pies; África muestra una serpiente y un león a sus pies y una palmera al fondo; Europa, desaparecida en la parte superior, conserva en la inferior un gran número de objetos que hacen referencia a las artes y las ciencias, instrumentos musicales, un astrolabio, un pentagrama, la paleta de un pintor, estandartes, etcétera; por último, de América solo observamos el cromatismo inicial, siendo prácticamente imposible de identificar hasta el momento ningún tipo de dibujo o forma.

La restauración ha corrido a cargo de Jesús Zornoza, Violante Bonet y Núria Lladó. La segunda fase incluirá los acabados de los morteros originales y de reparaciones recientes, así como la presentación cromática de las pinturas, a través del tratamiento de las pequeñas y grandes lagunas de la capa pictórica.