María Santísima Madre de Dios. Obra realizada por el escultor malagueño Israel Cornejo Sánchez para la Cofradía del Silencio de Jaén con las siguientes características: imagen a tamaño natural de unos 165 cm de altura, con las manos abiertas en actitud dialogante, la cabeza inclinada hacia la izquierda y la mirada baja con rasgos semíticos, con marcado rictus de dolor y belleza propios de la Madre de Dios.

Presenta la cara ovalada y la boca entreabierta en actitud de emitir un suspiro de exhalación. La barbilla es tersa, los ojos están hinchados por el llanto y las cejas tienen forma de "S" para transmitir honda pena. Se halla peinada con raya central y rodete en la nuca que recoge el pelo y deja ver los pabellones auditivos. El torso está tallado con forma anatómica femenina y el candelero posee forma ovalada para ser vestida al gusto.

La cabeza y las manos han sido talladas en madera de cedro, estando aparejadas y estucadas para la posterior policromía al óleo, aplicada a la usanza del Siglo de Oro. El rostro lleva pestañas superiores de pelo natural y cinco lágrimas de cristal, tres en la mejilla izquierda y dos en la derecha. Para las articulaciones, el torso y el candelero, el artista ha utilizado madera de pino tapizada, con sus correspondientes herrajes y agujeros, tanto para una correcta sujeción en el altar de cultos como en las andas procesionales.

La Dolorosa, presentada y bendecida el pasado 9 de noviembre en el templo giennense de Cristo Rey, posee dos juegos de manos, también en madera de cedro: unas extendidas y otras entrelazadas, estas últimas para tener una actitud orante y suplicante ante el Señor de la Humildad, titular cristífero de la cofradía (ver enlace).