Durante los meses de verano, Raúl Moreno Ruano, restaurador-conservador y experto en Patrimonio Virtual, ha estado llevando a cabo trabajos de restauración y conservación en una de las figuras de misterio que acompaña al Santísimo Cristo de la Flagelación de Montoro (Córdoba) en su paso procesional.

Se trata del verdugo que va azotando a Jesús. Es una escultura de gran expresividad y dinamismo que, junto con la talla cristífera y la de un soldado romano, forma un grupo realizado en 1953 por los talleres de estatuaria religiosa "Sucesores de José J. Sacrest y Compañía", con sede en Olot (Girona).

La obra se encontraba en un estado de conservación inestable a nivel estructural, por lo que era importante atajar este problema en primer lugar. También presentaba repintes locales y uniones de piezas mal planteadas que eran evidentes a simple vista. Igualmente, toda la escultura sufría una perdida de calidad en sus acabados cromáticos, debido a la suciedad superficial acumulada y a la presencia de barnices oxidados.

Por tanto, primero se llevaron a cabo unos tratamientos con el objetivo de consolidar el soporte de la escultura y devolverle su integridad física. Tras ello, se eliminaron todos los añadidos posteriores, realizados de forma inadecuada, y se procedió a la limpieza superficial y a la eliminación de barnices oxidados y repintes locales.

Posteriormente, se ensamblaron los fragmentos que se encontraban mal unidos, y se reintegraron volumétricamente todas las lagunas. Para finalizar la intervención, se realizó la reintegración cromática en las partes donde era necesario, y se aplicó una capa de protección a toda la escultura.

Tras los procesos llevados a cabo por Moreno Ruano, la imagen del verdugo o sayón vuelve a lucir tal y como sus cofrades la recuerdan cuando llegó a la localidad cordobesa de Montoro.