El proyecto de la nueva corona de María Santísima de la Esperanza (Córdoba) se remonta a su presentación en julio de 2018. El diseño, obra del prestigioso diseñador Rafael de Rueda, contiene una marcada simbología relacionada con la imagen para la que ha sido pensada, siendo de corte clásico y estilo barroco.

Entre los detalles de la corona destacan como más reseñables la alegoría de la virtud de la Esperanza que ocupa el centro de la presea, mientras que en el canasto se encuentran el escudo fundacional de la hermandad cordobesa de la Esperanza, el escudo de la ciudad de Córdoba, el del obispo que ocupaba la silla de Osio cuando fue bendecida la dolorosa, que fue fray Albino, y el del papa de la época, que fue Pio XII.

Además, el frontal del canasto está presidido por la Virgen de la Fuensanta, copatrona de la ciudad de Córdoba, y la trasera por San Rafael Arcángel, custodio de la misma.

La corona ha sido ejecutada por el prestigioso orfebre cordobés Emilio León. El diseño ha sido materializado en plata, tanto en su color en algunas partes, como sobredorada en otras, y se han utilizado 4,5 kg. La ráfaga ha sido ejecutada a doble cara y está enriquecida con numerosas piedras semipreciosas.

Esta genial pieza viene a enriquecer el patrimonio de la hermandad y más concretamente el ajuar de María Santísima de la Esperanza, que en la actualidad, y tras 72 años desde su bendición, tan solo poseía una presea, cincelada en plata dorada por Emilio García Armenta (1974), y reformada y enriquecida por Roncero (1995).

La nueva corona le fue impuesta ayer sábado, 8 de mayo, en un acto de coronación litúrgica que comenzó a partir de las 12:00 horas en la Parroquia de San Andrés Apóstol, sede canónica de la hermandad.

Como hemos apuntado, la corona ha sido ejecutada con diversas técnicas de orfebrería, lleva engarzada pedrería variada entre la que se encuentran perlas, circonitas, rubíes y esmeraldas, la ejecución de la ráfaga es a doble cara y el acabado es, en su mayor parte, sobredorado.

María Santísima de la Esperanza (1946-1947) es una de las mejores creaciones marianas del escultor e imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo (Bujalance, Córdoba, 1910 - Córdoba, 1989). Presenta tonos cetrinos y facciones propias de la etnia gitana. Su autor la concibió como una mujer morena en su juventud, desfallecida por la angustia y con los anhelantes labios en actitud de emitir un gemido de dolor.

En una de las fotografías que acompañan la noticia, realizadas por el prestigioso fotógrafo cordobés Manolo Gómez, la bella dolorosa de Cerrillo aparece ataviada por el vestidor cordobés Eduardo Heredia.