BELLAS ARTES DE PASIÓN. AD SEPULCRUM

16/03/2016


 

 

Como cada Semana Santa, vuelve la serie expositiva Bellas Artes de Pasión al Museo de Bellas Artes de Córdoba (Plaza del Potro, nº 1). En su quinta edición, continuando con el ciclo de escenas de la Pasión de Cristo, este año 2016 estará dedicado al enterramiento de Cristo bajo el epígrafe Ad Sepulcrum.

Con el transcurso de los siglos la representación del Entierro de Cristo ha ido sufriendo modificaciones. Muy repetida desde el periodo renacentista (siglos XV-XVI), la mayor transformación iconográfica la sufrió a raíz de la Reforma Católica; es decir, a partir del siglo XVI en adelante.

La muestra consta de dos grabados pertenecientes al fondo de obra sobre papel del Museo de Bellas Artes de Córdoba. Se trata de dos representaciones completamente diferentes del momento en que Cristo es enterrado o depositado en el sepulcro; una escena que evolucionará notablemente en el arte cristiano occidental desde la Edad Media. En ellos se puede ver dicho avance en los modelos de representación.

Uno de ellos es un anónimo del siglo XVIII que copia una versión del Entierro de Jesús pintado por Ribera, una obra a su vez profundamente inspirada en Tiziano. Representa la visión terrenal del enterramiento, en que, según la tradición, la Virgen, María Magdalena y los Santos Varones serán los protagonistas del momento de la sepultura; Cristo es transportado entre José de Arimatea, por la cabeza, y Nicodemo, por los pies.

La segunda es una estampa del grabador valenciano José Ballester Ballester (1797), quien interpreta al conocido cuadro de singular iconografía de Alonso Cano, Cristo Muerto sostenido por un Ángel. En este caso, la labor de enterramiento se considera digna de ser realizada por estos seres celestiales, desapareciendo toda referencia humana, convirtiéndose en la contraposición o imagen divina de la escena.

Por tanto, se produce en la muestra la interpretación del pasaje desde una visión terrenal y otra divina. La primera representada con un Cristo yacente muerto, tratado de manera naturalista, y siendo personas las que realizan las tareas. En la segunda, más simbólica, son los ángeles los encargados de transportar y amortajar el cuerpo de Cristo. Éste, incorporado, es su naturaleza divina la que sigue viva, a diferencia de la terrenal.

El montaje de la exposición temporal Ad Sepulcrum podrá visitarse hasta el próximo domingo 27 de marzo en la Sala V del Museo de Bellas Artes de Córdoba. El horario al público es el siguiente: martes, de 14:30 a 20:30 horas; miércoles a sábados, de 09:00 a 20:30 horas; domingos y festivos, de 09:00 a 14:30 horas.

 

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