El pasado 16 de marzo se inauguró en Córdoba la restauración y reconstrucción estética del altar de la Virgen del Mayor en su Soledad, en la capilla de Jesús Caído situada en la iglesia conventual de San José (San Cayetano). Se trata de la primera fase una obra restauradora y reintegradora que tiene como fin devolver a toda la capilla el aspecto original que presentaba cuando se concluyó a mediados del siglo XVIII.

Se ha restaurado todo el paramento completo de la capilla, desde la bóveda con sus yeserías hasta los laterales. Los paramentos y yeserías aparecen ahora con los elementos dorados tal como narra la crónica conventual, siendo prior del cenobio Fray Andrés de Santa María: "se estofaron los muros inmediatos al altar de Nuestra Señora de los Dolores" (...) "se hicieron las repisas y los marcos tallados". El documento data de 1763, dos años antes de que este mismo prior fundara la cofradía de Jesús Caído.

Gracias a la Diputación Provincial de Córdoba y a los esfuerzos aunados de la comunidad de Carmelitas Descalzos y de la cofradía de Jesús Caído, podemos ver esta primera fase de obras que ha comenzado por la zona más afectada por el movimiento de tierra que afectó a la capilla. La restauración llevada a cabo por Rafael Barón Jiménez ha descubierto el perfilado azulado del recinto, característico del rococó andaluz y que estaba oculto tras el repinte general que sufrió toda la capilla hacia el año 1904.

Por otro lado, la comunidad de descalzos ha encargado dos tablas pasionistas de Santa María Magdalena y San Juan Evangelista para los marcos laterales de yeserías del altar que habían perdido sus obras. Los santos se hallan representados en actitud de acompañar a la Dolorosa y han sido realizados por el pintor Manuel Torrico, que inspirándose en los clásicos ha creado dos obras acordes con la estética de la capilla cordobesa.