La imagen muestra a Cristo Resucitado, ascendiendo a los cielos sobre un pedestal de nubes. Los oscuros cabellos y el singular paño de pureza se mueven por el viento. El cuerpo muestra una esbelta anatomía y las llagas de la crucifixión, así como la mirada absorta en las alturas por el inminente reencuentro con la Santísima Trinidad. La figura es de tamaño natural y lleva en su cabeza un juego de tres potencias en orfebrería como es típico en la imaginería andaluza.

El boceto de la obra, tallada en madera y policromada al óleo para procesionar el Domingo de Resurrección en Isla Cristina (Huelva), se presentó el 26 de septiembre de 2022 en el templo parroquial del Gran Poder de la localidad. De hecho, la dirección de este portal fue la encargada de su presentación en un acto en el que también intervinieron el artista, el párroco Héctor Hugo Vásquez Márquez y Miguel Julián Yáñez Martínez, integrante de la Comisión Pro-Santísimo Cristo Resucitado, creada ante la falta de esta representación escultórica en la Semana Santa isleña.

Tras su Cristo Resucitado para Bilbao, el escultor e imaginero sevillano vuelve a tratar esta iconografía, aunque ahora el triunfal barroquismo y la interacción con el espectador han sido reemplazados por una mayor serenidad y espiritualidad y una arrebata expresión proyectada al firmamento. Dicha efigie bilbaína obtuvo el XVII Premio La Hornacina, galardón que se entregará el próximo 3 de diciembre en Sevilla y del que muy pronto les ofreceremos más información.