NUEVA OBRA DE RYAN CARREÓN ARÁGON

12/09/2010


 

Galería de Fotos

 

"Sto. Niño, as the icon of the Infant Jesus is fondly called by devotees, will be presented as a baby born
in a manger of a Belen setting, or as a Child-King in gold-embroidered vestments majestically wearing the emblems
of his heavenly office and as a young boy holding the symbols of his attributes".

(Gino U. Marasigan: "Sto.Niño Reinventions Across History")

 

Al joven artista filipino Ryan Carreón Arágon le gusta experimentar con distintas técnicas y estilos, combinando diferentes elementos del Barroco español y filipino -mezcla del anterior y de las raíces asiáticas, con marcados rasgos orientalizantes-, así como influencias de las pinturas árabes e hindúes.

Esta pintura, que representa a Jesús Niño dormitando en un trono maravillosamente decorado, mide tan sólo 30,48 x 40,64 cm y es muy parecida a otra realizada por Carreón en la que aparece el Divino Infante en similar postura, pero en dicho caso siendo observado por su primo San Juan Bautista, también representado en su niñez.

Esta iconografía del Niño Durmiente es una de las favoritas de Carreón, quien afirma que muestra el lado más humano de la divinidad: "Conciliar el sueño después de un largo día de cansancio es una innata respuesta en el ser humano; en el caso de los niños, es muy frecuente que duerman junto a su juguete favorito. Sin embargo, esta representación no rehúye la simbología divina, pues el "juguete" de Jesús es la bola del mundo que sujeta en su mano izquierda, lo que significa también que ni dormido se olvida de su custodia y protección sobre el mundo".

Para Carreón, pese al gusto que manifiesta por la recargada decoración en muchas de sus composiciones -caso de la presente pieza-, sus obras van mucho más allá de la mera pieza decorativa: "Son obras de arte devocional que poseen una simbología y un significado especial; si esta obra, por ejemplo, se contempla de cerca, aparecen integrados en la decoración multitud de elementos que aluden a la Pasión de Cristo".

La sugestiva mezcla de diversos estilos, según Carreón, "no obedece a un deseo de destacar, sino a que me parece importante que la gente que contempla mis trabajos, especialmente la de aquí de Asia y el Pacífico, pueda ver algo de sí mismos y de su forma de expresarse en ellos. Es la misma estrategia que los primeros misioneros españoles usaron para predicar su evangelio en las antiguas colonias, entre ellas Filipinas: incorporar elementos aborígenes, anteriores en muchos casos a la religión católica, para aliviar la resistencia de los nativos a la conversión".

No obstante, Ryan Carreón quiere dejar claro que él en ningún momento pretende convertir a nadie: "Por mucho que aprecie las tradiciones católicas y su arte, tengo un enorme respeto por la cultura y la civilización de otras gentes; de hecho, varias de las personas que miran mis obras no son católicas. En una ocasión, una señora de la India que estuvo observando a mi Niño Dormido se fue complacida diciendo: "Jesús se parece al Maharajá". Ese es precisamente mi objetivo, ya que mi arte está dirigido a todo el mundo".

Pulsando en el icono que acompaña la noticia, podrán ver más fotografías de una de las últimas creaciones del artífice filipino -se incluyen algunas del proceso de ejecución-, que también comenta a La Hornacina su intención de ampliar el conocimiento de su trabajo "no sólo en Filipinas, sino también en España y el resto de Europa".

 

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