RESTAURACIÓN DE SEBASTIÁN MONTES CARPIO PARA VILLA DEL RÍO

06/08/2009


 

 

 

La talla restaurada por el escultor e imaginero Sebastián Montes Carpio es una Dolorosa venerada bajo la advocación de Nuestra Señora de las Angustias en Villa del Río (Córdoba), localidad natal del joven artista. Recibe culto en la Capilla de Jesús Nazareno y es titular de la Muy Antigua y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Vera-Cruz. Su desfile procesional tiene lugar durante la noche del Viernes Santo.

 

 

 

La imagen es la más antigua que se conserva en el municipio cordobés. Pertenece al tipo de obras denominadas de candelero para vestir, siendo su tamaño inferior al natural. Se halla catalogada como pieza de autoría anónima, tallada a finales del siglo XVII. Presenta una posición implorante, con las manos extendidas y la apenada mirada dirigida hacia el cielo. En su estación de penitencia se muestra en Soledad ante la Santa Cruz.

 

 

 

Las principales patologías que presentaba eran debidas al paso del tiempo y alguna desafortunada intervención anterior. En cuanto a las partes anatomizadas y policromadas, existían varias fisuras, producidas por los movimientos de la madera. También mostraba numerosas pérdidas de pequeñas partículas de policromía, además de un desgaste de color debido a las numerosas intervenciones de limpieza, así como una dureza de sus carnaciones provocada por la aplicación de una pátina muy oscura que fue introducida en todas las superficies internas del rostro. En cuanto a los postizos, no conservaba las lágrimas ni las pestañas que originalmente tenía. El resto del cuerpo se encontraba también en mal estado, con numerosas fisuras y grietas debidas a objetos metálicos.

 

 

 

La restauración ha consistido en la retirada de todos los objetos metálicos; tras esto, se ha saneando la madera desde el interior y consolidado la estructura interna de la pieza. En lo que respecta a las partes anatomizadas, se ha procedido a una limpieza exhaustiva, eliminando repintes y el polvo y la suciedad adherida por el paso del tiempo. Una vez saneadas las fisuras, se han reintegrado todas aquellas partes que habían perdido partículas de policromía, así como las pestañas y las lágrimas. Los brazos y el candelero han sido sustituidos por otros de nueva factura.

 

 

 

En cuanto a la autoría de la imagen, si bien desde la hermandad, como hemos apuntado, se tiene como obra anónima de finales del siglo XVII, aunque no exista documento alguno que lo acredite, todo parece indicar que su ejecución es bastante posterior. En opinión de Sebastián Montes Carpio, se acerca a las tallas decimonónicas pertenecientes al círculo de seguidores del escultor e imaginero archidonés Juan de Astorga Cubero.

 

 
     
     
 

 

Noticia Relacionada en este

 

Volver         Principal

www.lahornacina.com