NUEVA OBRA DE ALBERTO CÁMARA

28/06/2025


 

 

Niño Jesús Pasionista de la Espina

Muestra a Jesús en edad infantil, apareciendo con una espina en su mano derecha y la herida que le ha causado en la izquierda, símbolo del futuro dolor de Cristo. Es una representación muy común a lo largo del Barroco a través de imágenes que solían custodiarse en conventos y devociones particulares.

La iconografía cristiana del Niño Jesús adolescente o infante conocida como Niño de la Espina hunde sus raíces en formas y actitudes helenísticas, siendo su más evidente antecedente el célebre Spinario. Dicha influencia tiene su origen en el coleccionismo de esculturas clásicas que se puso de moda en el Renacimiento. Parece que su origen es sevillano, pues que se considera que el primero que la plasmó fue Zurbarán hacia 1644-1645, en sus tres pinturas de la Casa de Nazaret y en sus dos versiones simplificadas del Museo de Bellas Artes de Sevilla, en las que solo aparece Jesús.

Como hemos apuntado, hablamos de un episodio premonitorio de la Pasión de Jesús. La sangre que aparece en el dedo del Niño que se acaba de pinchar vendría a ser una premonición de la pasión del propio Cristo. Este tipo de figuras, como recuerda el recientemente fallecido historiador Emilio Gómez Piñol, se relacionan con relieves del mundo antiguo, después asociado durante el Renacimiento con diversas variantes iconográficas relacionadas con el "memento mori" o reflexión sobre la transitoriedad de las cosas mundanas y el ineluctable encuentro con la muerte.

Este conjunto escultórico de Alberto Cámara, realizado para una colección privada de Martos (Jaén), cuenta con una altura de 130 cm y se halla elevado sobre una peana de molduras, decorada con imitación a maderas nobles y carey y coronada por una nube rodeada por cuatro cabezas de ángeles.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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