Esta última creación de Alberto Cámara ha sido tallada en madera de cedro real, con ojos de cristal artesanalmente pintados por dentro, y policromada al óleo. Aunque completamente labrada hasta la altura del pecho, ha sido concebida también para vestir. La peana está dorada en oro fino e igualmente policromada al óleo. Como presea lleva una pieza realizada por el taller de orfebrería Olmo Quirós, que copia la de la destruida imagen de la Soledad de Almería.

Hablamos de una Dolorosa de busto para una colección particular de Almería capital. El escultor y restaurador jiennense Alberto Chica Cámara se ha inspirado, aunque muy libremente, en la antigua titular de la cofradía almeriense del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de los Dolores, una escultura de candelero para vestir perteneciente a la Escuela granadina del Barroco, posiblemente de fecha fundacional (1773), que era popularmente conocida como "Virgen de la Soledad" en la ciudad y que fue destruida en el año 1936 con la quema de la Parroquia de Santiago.

Aunque se hallaba atribuida a José de Mora y, de forma muy aventurada, a Francisco Salzillo, por fotografías antiguas el estilo de la Soledad almeriense parecía corresponderse más con el de Torcuato Ruiz del Peral.

La dolorosa de Alberto Cámara refleja la discreta aflicción tan propia de la Escuela granadina, con detalles como los labios cerrados, la mirada baja y entornada, y las cejas elevadas en señal de dolor; todos recordando los grafismos propios de la primitiva imagen de la Soledad. Su cabeza aparece inclinada hacia la derecha, sobre ancho cuello que muestra ligera papada y suave modelado. Cinco lágrimas vítreas surcan un rostro provisto de afilada nariz y puntiagudo mentón, trabajado con hoyuelo. Con tejidos, luce sobre su pecho un corazón llameante traspasado por un puñal.

Tanto la fisonomía como el atuendo -forma, tonalidades y tipo decorativo- de la reinterpretación que Alberto Cámara lleva a cabo, nos remiten también a la estatua femenina orante, dama de Corte para unos y Virgen dolorosa para otros, que fue exhibida hace ocho años por Coll & Cortés en TEFAF. Una obra atribuida a José de Mora y fechada en torno al año 1700 que también se asemeja a una donante rezando y que, según María Cortés, aporta una nueva e interesante visión de la escultura barroca andaluza, pues no se conservan muchos ejemplares dentro de su género.