Los preceptos de la orden de los Salesianos aparecen representados en cuatro escenas alegóricas al óleo sobre tabla, realizadas por Caliani Santos para el paso procesional de San Juan Bosco de la Casa Salesiana de Huelva. Para una mayor riqueza compositiva y simbólica, y dado que en el escudo salesiano aparecen las virtudes teologales -Caridad, Fe y Esperanza- al joven artista onubense le pareció interesante relacionar sus distintos fundamentos, además de representar en esta relación figuras relevantes salesianas y los Evangelistas.

En la frontal se representa el Patio en que se convive con las Amistades. Ya que la Caridad suele representarse con una figura femenina de ropajes grecolatinos, dando limosnas o amamantando un niño, se ha representado en un patio de arcadas alegórico, mediando entre un niño y una niña, con el nacimiento de las amistades como fin. Tras ella, un cuerno de la abundancia propio de la iconografía. Coronando la escena se sitúa el escudo de los Salesianos, ya que ocupará el frontal de la canastilla enmarcado por un dosel azul y rosa, colores símbolicos de María Auxiliadora. Este marco se repetirá en todas las cartelas como elemento común.

La cartela trasera representa la Parroquia que evangeliza. El autor consideró representar algún edificio que recuerde a un templo prescindible, ya que, en su opinión, no recoge el significado de este precepto. Por eso recurrió al tema de los Evangelistas meditando sus escrituras como testimonio de la salvación, en torno al cáliz y a la hostia consagrada que ocupa la parte superior de la cartela siguiendo el esquema común.

La tercera cartela irá situada en el costero derecho y representa la alegoría de la Escuela que educa y forma para la Vida. La escuela, representada en último término como edificio conceptual, se halla precedida en un primer lugar por las figuras de Santo Domingo Savio y Santa María Mazzarello, personajes relacionados con la educación salesiana ya que fueron fieles seguidores de las doctrinas de San Juan Bosco: Domingo Savio como alumno y Madre Mazzarello como co-fundadora del instituto de las Hijas de María Auxiliadora, rama femenina de la orden Salesiana. La parte superior está presidida por la Fe, dando a entender el concepto de escuela que educa y forma a través de la misma, mediante el ejemplo de personas como los dos santos representados.

La última cartela se situará en el costero izquierdo y muestra el fundamento de la orden Salesiana como Casa que acoge. Se ha situado en primer término a San Francisco de Sales, que invita al espectador a entrar por una puerta que se abre en segundo plano como alegoría de acogimiento e invitación al acercamiento de los ciudadanos. Tras la puerta, vemos un bosque con montañas alusivo a San Juan Bosco -seguidor del protagonista de esta cartela, ya que la acción de San Francisco de Sales va a inspirar la suya tiempo más tarde-, pues el bosque hace alusión al apellido de San Juan Bosco y las montañas a las cumbres de perfección.

Por otro lado, Caliani Santos ha modelado recientemente un busto a tamaño natural (imágenes inferiores) que representa los Dolores de María Santísima. Es una pieza ejecutada bajo las enseñanzas de su maestro Juan Manuel Parra Hernández. Modelada en terracota, está policromada al óleo y preparada para ser vestida. Persigue una estética en la que priman dramatismo y expresión, con una policromía pálida propia de un rostro en tan doloroso trance. La mirada, también tratada al óleo en tonos marrones se dirige hacia arriba y hacia el lado contrario al que el rostro se gira levemente. Los ojos enrojecidos y acuosos llevan pestañas de pelo natural en los párpados superiores. Las cuatro lágrimas que recorren las mejillas han sido realizadas con cristal.