Una de las últimas obras del escultor e imaginero Enrique Calero Rivera (Sevilla, 1993) es esta talla de Jesús Caído, realizada en madera de cedro policromada a tamaño natural para Horcajo de Santiago (Cuenca).

Como indica su título, representa una de las caídas camino del Calvario, concentrado Cristo en el dolor que padece y en el esfuerzo que realiza para incorporarse tras el desplome que sufre por la carga del enorme madero que lleva sobre el hombro izquierdo, ayudándose con la mano derecha apoyada sobre un risco.

La composición estética de esta imagen procesional de vestir sigue la tradición andaluza, extendida en todo el país a partir del pasado siglo XX, de ahí detalles como la riqueza de la orfebrería en potencias y cantoneras.