Los historiadores jerezanos David Caramazana Malia y Manuel Romero Bejarano han documentado la traza y evolución del retablo mayor del templo parroquial de Santa María la Coronada de Medina Sidonia (Cádiz) en un estudio que ha sido publicado en el último número de la revista Archivo Español de Arte (ver enlace).

Partiendo del análisis biográfico y estilístico de sus creadores, los entalladores Jerónimo de Valencia y Cristóbal Voisín, y de la propia obra escultórica, ambos historiadores plantean una nueva aproximación al contexto de la escuela de escultura sevillana del segundo tercio del siglo XVI.

Hasta el momento se pensaba que este retablo era, al menos en gran parte, obra de Roque de Balduque. Si bien la influencia del maestro en la pieza es innegable, David Caramazana Malia y Manuel Romero Bejarano han demostrado que el grueso de la obra es de Jerónimo de Valencia y Cristóbal Voisín, artífices afincados en Jerez de la Frontera. Es un hecho contrastado que ambos escultores mantuvieron un estrecho contacto con Balduque y tal vez por haber estado a la sombra del maestro flamenco hayan pasado tanto tiempo casi inadvertidos por la historiografía. Desde la recuperación de sus figuras en el análisis de la sillería de coro de la cartuja de Jerez de la Frontera, los historiadores siguen rastreando sus trabajos en la zona.

En otro orden de ideas, el trabajo Caramazana Malia y Romero Bejarano conduce a replantear muchas de las atribuciones que se han hecho a Balduque basadas en piezas que no había tallado en este retablo, lo que abre nuevas vías de estudio para la escultura sevillana del renacimiento. Por ejemplo, la incorrecta identificación de la autoría del relieve de la subida al Monte Calvario -en realidad de Valencia o Voisín- llevó al historiador sevillano José Hernández Díaz a dar por obra de Roque Balduque el retablo del Cristo de los Martirios de Carmona (Sevilla). No es el caso del Calvario que corona el retablo de Medina Sidonia, que sí está documentado como obra de Balduque y que ha servido para atribuir otros.

Con todo, tras documentarse la intervención de Valencia y Voisín en el retablo de Medina Sidonia, sus figuras recobran un gran interés. Esta obra les sitúa como difusores de nuevos conceptos estéticos en zonas donde la imaginería apenas había tenido desarrollo, como es el caso del antiguo obispado de Cádiz y Extremadura.

Se demuestra por tanto que la escuela sevillana de escultura no solo se extendió con el envío de obras y por medio de cortos viajes de sus escultores hacia zonas secundarias, sino con el propio asentamiento de alguno de esos talleres de esculturas y retablos en ciudades bien alejadas de la metrópoli hispalense y prestando sus servicios a las casas nobiliarias de la región.

Por último, los historiadores jerezanos reseñan el papel de los Medina Sidonia. No está documentado su mecenazgo, pero parece poco probable que fuesen ajenos a la construcción de este monumental retablo en una de las principales iglesias de su señorío. La posible implicación de Juan Alonso Pérez de Guzmán en relación con la heráldica del primer encargo de 1533 y del VII duque, Alonso Pérez de Guzmán, haciéndose con los servicios del escultor Juan Bautista Vázquez el Viejo desde 1575, apuntan en este sentido.