RESTAURACIÓN DE LA CATEDRAL VIEJA DE CÁDIZ

Daniel Pérez para www.lavozdigital.es (17/06/2007)


 

El interior de la Catedral Vieja es una vorágine cotidiana de técnicos, expertos y restauradores. Los operarios trasladan una gran columna del Retablo de los Genoveses de una punta a la otra del templo, ayudados por una grúa hidráulica que arrastran pesadamente por el suelo.

Juan Carlos Pérez y Sebastián Fernández, dos de los principales responsables del proceso de restauración del Retablo Mayor, contemplan cómo un fotógrafo fija para la posteridad los resultados de la tarea, y Jesús Porres, otro de los artífices del milagro de rejuvenecer parte de lo más granado del arte sacro gaditano, revisa sobre el terreno la ardua labor de los profesionales.

Capillas convertidas en improvisados talleres, sagrarios en almacenes, y una amplia colección de imágenes religiosas repartidas por mesas y estantes, con cada pieza sometida a su particular lifting artístico.

Pero todo este caos controlado está llegando a su fin. Uno de los elementos clave para llevar a buen puerto el propósito de reestrenar la Catedral Vieja el próximo 27 de septiembre, -fecha en la que se inaugurará la exposición La Imagen Reflejada-, ya puede presumir de cara nueva.

El Retablo Mayor, pieza fundamental del barroco gaditano seiscentista, luce espléndido después de que haya terminado el proceso de exhaustiva limpieza al que se ha sometido, la reintegración cromática de algunas zonas fundamentales y la intervención puntual en las partes más desgastadas de la obra.

Pero ese ha sido sólo el final de un intenso trabajo que comenzó con el montaje de andamios, la disposición del taller y los medios auxiliares; la recopilación de la documentación histórica, fotográfica y planimétrica; los ensayos de idoneidad de los distintos productos a utilizar; el desmontaje y apeo de las esculturas y traslados al taller y la fijación de revestimientos y limpieza superficial del retablo y las esculturas.

Después se procedió a la eliminación de los repintes y de la suciedad, la desinsectación, la consolidación química y la reintegraciones de los distintos revestimientos, para proceder al montaje de esculturas y protecciones finales, según detalla Juan Carlos Pérez. Afirma Pérez Ferrer que «se ha logrado recuperar en gran medida la rica y luminosa decoración original, antes tan apagada, y donde el oro, las carnaciones y los variados estofados componen un exponente singular del barroco gaditano».

La empresa TCR, quien ya se encargara con gran éxito de la restauración del Retablo Mayor de la Iglesia de San Lorenzo, ha contado con un presupuesto de 159.000 euros para ejecutar este proyecto, cuya duración está estimada en 9 meses (comenzaron a trabajar el pasado septiembre).

Con respecto al Retablo de Los Genoveses, el trabajo ha sido mucho más complicado, sobre todo por las complicaciones derivadas de las complejas patologías que arrastra la pieza, como consecuencia de las humedades constantes y el incendio que padeció en los 80. Ha sido necesario desmontarlo por completo, colocar en las partes ya tratadas fibra de vidrio y proceder a la limpieza y consolidación de la obra. Para acabar con el problema de la humedad, se ha instalado un sistema de calefacción radical.

Por último, continúan a buen ritmo los trabajos sobre el Retablo de La Coronación, aunque todavía se precisan de uno o dos meses para que acabe la tarea, sobre todo por lo dañado del soporte.

Sobre El Cristo de la Espina y la Virgen del Rosario de Los Milagros el restaurador Jesús Porres explica que cada icono «ha tenido unas patologías distintas», por lo que sus intervenciones también lo han sido.

Así, por ejemplo, mientras que el Crucificado presentaba problemas de dilatación en la madera de pies y espalda, la Virgen sedente conservaba incrustados restos de hollín del incendio que sufrió el retablo hace casi dos décadas y un pequeño ataque de insectos xilófagos en el sudario.

Lo que sí han precisado las dos tallas es de sendos tratamientos de limpieza y consolidación de la policromía, que en el caso de la Virgen del Rosario de Los Milagros, que sólo tiene un 15% de color, se han centrado en las encarnaduras y las manos. Asimismo, se ha reparado su soporte.

Jesús Porres también adelantó algunos detalles de cómo se dispondrá la exposición que acogerá obras de arte de los siglos XVII y XVIII, principalmente de las escuelas italianas y flamenca, y que se enmarca dentro de los actos del programa Andalucía Barroca 2007. La intención es dedicar una tercera parte del templo a espacio expositivo, mientras que las dos restantes presentarán las obras de la Catedral ya restauradas. El acceso será por el Campo del Sur y la Torre del Sagrario, inmersa en los trabajos de acondicionamiento, será uno de los marcos más destacados de esta gran muestra. Al exterior se le está aplicando mortero, y se reconstruye la parte de la bóveda que se derrumbó.

 

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