Soldado romano

En primer lugar, tenemos el nuevo soldado romano para la Hermandad de la Paz de Fátima (Jerez de la Frontera) que viene a sustituir a uno de los dos del misterio original. Tiene una altura de 177,5 cm y está realizado en madera de cedro real policromado al óleo. La cabeza y el torso han sido ahuecados y la boca ha sido trabajada en su interior dejando ver la lengua y los dientes de protésico dental. Los párpados superiores han sido rematados con pestañas de pelo natural confeccionadas a mano. Como curiosidad decir que las piernas han sido talladas en directo y el autor ha subido un vídeo a sus redes sociales donde puede verse dicho proceso. El modelo para el romano ha sido Manuel Villaverde Pacheco, amigo del artista. El soldado, de expresión dura y a la vez contenida en su gesto, se representa en acción de empujar, con su mano izquierda, a Cristo, por el hombro derecho desde su espalda, mientras sostiene el "pilum" con su mano derecha. Las piernas, completamente anatomizadas, se rematan con sandalias de cuero realizadas también por su autor. La peana incluye unos casquillos antigiro que bloquean la cabeza de los tornillos e impiden su manipulación por arriba de la misma, evitando de esta manera daños en pies y superficie de la peana por golpes y rozaduras con herramientas.

Relieves para Jerez de la Frontera

Realizados también con destino a la Hermandad de la Paz de Fátima, para la cual, como les venimos informando, Caballero Pérez lleva trabajando desde el año 2016. Son los dos últimos altorrelieves ubicados en las cartelas del canasto del paso procesional, completando así el conjunto de los ocho dedicados a la infancia de Jesús. En este caso se han elaborado La Circuncisión y La Virgen con el Niño y Santa Isabel con San Juanito, ambos ejecutadas en cedro real y estofados al temple al huevo sobre oro fino de 23 ¾ quilates y 18 gr de espesor. Las encarnaduras han sido realizadas al óleo y patinadas. El dorado ha corrido a cargo del taller Hermanos González y la orfebrería ha sido creada por el roteño Olmo Quirós Arjona. En La Circuncisión se ha reducido al máximo el número de personajes para dar mayor proporción a las imágenes; de esta manera la escena que se desarrolla dentro de la sinagoga judía ha sido ambientada con un fondo oscuro que muestra un candelabro de siete brazos y la mesa de altar sobre la que vemos la estrella de David debajo del Niño. María observa la escena con gesto de aflicción contenida, uniendo sus manos por las palmas. El Niño reposa sobre la mesa de altar sostenido por San José, que aparece en la parte alta del relieve asomando por detrás del altar. El sumo sacerdote sedente, y revestido de sus símbolos, procede con el bisturí o cuchillo ceremonial a realizar la operación que se realizaba a los ocho días del nacimiento. El relieve incluye una palangana y una jarra de agua que terminan de componer la escena. En La Virgen con el Niño y Santa Isabel con San Juanito, se interpreta un momento de júbilo entre los dos pequeños: Jesús sobre la rodilla de su María sedente, mira con cariño a su primo a la vez que lo bendice. San Juan, revestido con su piel de camello y manto rojo, se acompaña de sus símbolos (lábaro, cordero), mientras se acerca a su primo poniendo su mano izquierda sobre la rodilla del mismo y mirándole divertido a los ojos. Santa Isabel aparece por encima de San Juanito en actitud de poner las manos en sus hombros con gesto cariñoso. Como punto a reseñar, se ha terminado la parte superior del relieve pintando a grandes rasgos, en el fondo del paisaje, la escena del Bautismo de Cristo a modo de recurso utilizado por los pintores durante la Historia del Arte, donde a una escena principal se añadían otras en el fondo donde se explicaba distintas vicisitudes de la vida del protagonista, sucedidas en momentos anteriores o posteriores.

Relieve para Coria del Río

Este año el escultor e imaginero de Rota (Cádiz) ha comenzado el proyecto de la imaginería menor del canasto procesional de Jesús Cautivo del municipio sevillano de Coria del Róo. Concretamente, se ha entregado el altorrelieve de la cartela frontal del paso tallado por Pedro Benítez Carrión, estrenándose también el dorado del frontal del canasto, ejecutado por el taller Hermanos González. El altorrelieve representa La Trinidad y ha sido elaborado también en madera de cedro real estofado al temple sobre oro fino de 23 ¾ quilates y 18 gr de espesor. Padre, Hijo y Espíritu Santo aparecen sobre un fondo de nubes que hace de trono, donde las dos figuras masculinas aparecen sedentes y con un pie sobre el orbe. Jesucristo, envuelto en un manto rojo, deja ver gran parte de su anatomía con las llagas de la Pasión, estando su mano derecha en ademán de bendecir mientras la izquierda abraza una cruz arbórea con detalles dorados, donde la corteza deja ver el tallo limpio. Dios Padre se ha representado como un venerable anciano de cabellos claros, sin llegar a ser completamente encanecidos, sujetando el cetro de realeza con la mano izquierda mientras con la mirada baja bendice con la diestra. El Espíritu Santo en forma de paloma vuela en el centro por encima de las figuras masculinas. Se ha hecho especial hincapié en no hacer una paloma hierática, sino en pleno vuelo. Al igual que en los relieves jerezanos, el estofado se ha realizado con una ornamentación muy cuidada de dibujo y colores vivos, remarcando sombras y cincelando los motivos dorados. Por último, todas las partes con oro visto han sido pormenorizadamente cinceladas para crear una vibración cuando la luz resbale por su superficie. Las encarnaduras han sido trabajadas al óleo con finas veladuras y una suave pátina. La orfebrería es de La Victoria Joyas.