RESTAURACIÓN DE BATEA RESTAURACIONES PARA HOYOS DEL TOZO (BURGOS)

20/06/2022


 

 
 
Estado final
 
 
 
 
Estado inicial (detalle)

 

La intervención ha sido practicada en un Cristo crucificado gótico (siglo XIV) que forma parte de un Calvario. La talla, cuyas dimensiones son mayores del natural (230 x 140 x 30 centímetros) adquiere la tipología de Jesús muerto y clavado en la cruz por tres clavos, con la llaga de la lanzada en el costado derecho.

El torso, en el reverso, está cerrado con una tapa anclada con clavos de forja. La cruz, de sección cuadrangular, no es la original de la escultura, que fue tallada en madera de pino.

La cabeza del Crucificado aparece tocada con una corona de espino trenzado, teniendo las púas más de 5 cm de altura. El cabello se estructura en mechones bien definidos y la barba aparece dividida en dos mechones. Asoma la oreja izquierda, ladeando la cabeza. Sus ojos se encuentran ya cerrados. Tronco y brazos aparecen hieráticos, con el abdomen ligeramente abultado.

El perizoma o "perizonium" le llega por encima de las rodillas, asomando ambas. Dicho paño se representa con el nudo a la derecha, aunque parte de la tela sobrante cruza a la izquierda donde incluso se dobla de nuevo hacia el centro. Los pies se cruzan posando y torciendo el superior sobre el inferior que apoya sobre la cruz.

 

 
 
Eliminación de repintes
 
 
 
 
Refuerzo del ensamblaje del brazo derecho
 
 
 
 
Estucado

 

En la policromía se aprecian los signos de la Pasión, mostrando moratones y signos del látigo de tres puntas. Las gotas de sangre aparecen bien definidas y se distribuyen por todo el cuerpo. En los orificios de los clavos de las manos y en la lanzada del costado, las gotas se dispersan a partir de una delgada línea principal. En la carnación se aprecian tonalidades verdosas en el abdomen y las costillas.

El perizoma, en cambio, aparece sin gotas de sangre y se policroma con fondo blanco bordeado con un listado de líneas rojas y azul en el interior que se distribuyen en el lienzo en su zona superior, inferior y de forma transversal cada 20 centímetros.

La restauración llevada a cabo por Batea Restauraciones, promovida por el Arzobispado de Burgos y la Iglesia de San Cornelio y San Cipriano de Hoyos del Tozo (Burgos), donde recibe culto el Crucificado, ha consistido en el desmontaje del madero, resanado de la talla, refuerzo de los ensambles, fijación y limpieza de la policromía, eliminación de repintes, estucado y reintegración cromática, y aplicación de una capa de protección.

 

 
 
 
 
Detalles de la reintegración del rostro y de los pies

 

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