Nacimiento franciscano para un coleccionista particular de Madrid. El grupo alcanza una altura máxima de 60 cm y ha sido realizado por el escultor e imaginero manchego en terracota policromada para vestir.

La obra recibe su título por la presencia en el misterio de San Francisco de Asís adorando al niño. Es por tanto un homenaje al santo, que aparece recreado como uno de los pastores que se postraron ante las plantas del recién nacido. Según la tradición, el "poverello" montó en el año 1223 el primer pesebre en una cueva de la población italiana de Greccio, lo que fue considerado la casilla de salida de la costumbre de adornar las casas de los cristianos en las fechas de Navidad con los famosos nacimientos o belenes.

El autor quiere agradecer a todos las que han colaborado en la creación de esta pieza: Carlos Rico por el atavío magistral, María José Delgado por la confección de la ropa y al taller de José María Casero por su apoyo.