Desde siempre, la Ría de Bilbao y la historia que encierra han actuado como foco de atracción al ojo atento del pintor. Los artistas de esta muestra colectiva: Jon Alberdi, Martín Ballesteros, Evencio Cortina, Julio Ortún, Aitor Renteria, Richard Pérez, Justo San Felices, Iñigo Sarria y Roberto Zalbidea, como parte de la sociedad, han sido testigos de la transformación del Bilbao industrial y del hierro, de la vida y del trabajo de las personas, que ha dado lugar a la ciudad que hoy vivimos y que no debe olvidar sus raíces.

Con Miradas desde la Orilla, los artistas rinden homenaje a su ciudad y a su ría, con diferentes estilos y formatos, en el marco del Museo Marítimo Ría de Bilbao, que acoge en su interior los vestigios de la historia que estos autores han sabido representar a través de sus obras. Se trata de una muestra que podrá verse hasta el 30 de septiembre de 2013 y se halla compuesta de treinta y siete obras de los nueve artistas locales mencionados, principalmente pictóricas, aunque también se pueden encontrar esculturas, que representan la Ría, sus reflejos, embarcaciones, puentes y grúas, dejando testimonio gráfico de la transformación de la Ría.

Hablamos de una generación de artistas a la que le ha tocado vivir una época de cambio. Dejando atrás el Bilbao gris e industrial de sus recuerdos, han experimentado el proceso de transformación que ha llevado a la villa a convertirse en la ciudad moderna y terciaria que es hoy en día. Las viejas fábricas han dejado paso a los jardines y zonas de paseo, los museos y los centros comerciales.

Roberto Zalbidea presenta tres piezas, conformando un tríptico. En su obra, Zalbidea busca la representación del Bilbao industrial con el paisaje caracterizado por el color óxido del hierro, centrándose en la metamorfosis paisaje - hierro, que va de la fundición al laminado y después su aplicación en los astilleros, con todo su proceso de manipulación, moldeado y colocación.

Aitor Renteria presenta cuatro piezas. En su obra Rentería nos evoca a la atmósfera de la vida portuaria del Bilbao que ya no existe, con sus colores óxidos, sonidos de motores, gritos de portuarios en muelles color verdín y mucho movimiento de grúas y carretillas. Obra: Óxido, Entre Bloques, Fundición, Bajo el Agua.

Jon Alberdi forja sus esculturas desde su taller físicamente ubicado sobre la Ría, lo que le permite mantener una relación constante con lo que acontece en este escenario. Son piezas de hierro, material que utiliza como símbolo de identificación de la Ría y Bilbao. Presenta seis piezas: Remolcador Aitor, Remolcador de Tormentas, Los Ríos Interiores, Donde Rompen las Olas II, Donde Rompen las Olas III, De Rosas y Huracanes.

Desde una perspectiva más realista encontramos las obras de Julio Ortún. En sus obras trata de relatar el atractivo entorno cotidiano, sin golpes de efecto, buscando la calma y el silencio. Presenta cuatro piezas: La Ría desde Olabeaga, Nueve Vistas de la Ría, La Ría desde Zorrozaurre, La Ría con Marea Baja.

Evencio Cortina describe recuerdos imborrables que forman parte de nuestras vidas. Representa con realismo los entornos de la Ría y el Abra que tanto conoce. Presenta cinco piezas: Desde mi Terraza, Chubasco, Regata, Ría, La Ría en Invierno, Desde el Monte, La Ría de Noche.

Martín Ballesteros presenta un tríptico basado en el dibujo detallado de temas arquitectónicos de la Ría, más bien de aspecto futurista. Más expresionista, en cambio, es la visión de Richard Pérez, con su interpretación de la realidad a través de una geometría de motivos y campos de color. Presenta cinco piezas: Después de la Niebla, Límite. 63, Movimiento en el Dique, Desguace 99, Tocando Fondo.

Justo San Felices, al igual que Richard Pérez, se acerca con su obra a la abstracción. Presenta tres piezas: La Ría y el Mar como Pretexto (compuesto por veinticuatro piezas), Puerto e Industria II y Recuerdos. Finalmente, Iñigo Sarria recrea atmósferas de la Ría bilbaína, conectando con el mundo de las emociones y sensaciones. Presenta cinco piezas: Ría. Lamiako, Ría Nervión, Carola, Guggenheim y Grúa. Erandio.