FERNANDO BOTERO. CELEBRACIÓN

21/09/2012


 

 

Pintor, dibujante y escultor, Fernando Botero (Medellín, Colombia, 1932) es el más conocido de los artistas latinoamericanos en activo. La exposición Fernando Botero. Celebración será una de las más importantes antológicas de su carrera artística y reunirá 80 obras, realizadas en los últimos sesenta años. Una versión más amplia de la exposición fue clausurada el pasado 10 de junio en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, donde recibió cerca de 250.000 visitantes.

Botero inició su trayectoria profesional en 1948, trabajando como ilustrador en el diario El Colombiano de su ciudad natal. Tres años más tarde se trasladó a Bogotá, donde celebró su primera exposición individual. De formación básicamente autodidacta, en 1952 estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y frecuentó el Museo Nacional del Prado de la capital de España. Los años siguientes viajó por Francia e Italia, y en Florencia se interesó por la pintura al fresco. Regresó a Bogotá en 1955 y poco después viajó a México, en donde conoció el muralismo mexicano de Diego Rivera y José Clemente Orozco, y también la obra renovadora de Rufino Tamayo y José Luis Cuevas.

Poco a poco esas influencias irían desapareciendo, al mismo tiempo que Botero configura un estilo personal, caracterizado por la exaltación del volumen y por un vitalismo burlón con el que plasma motivos que giran siempre en torno a la condición humana: la vida tradicional colombiana, los personajes históricos, el bodegón, la vida burguesa, el circo y los toros... En 1960 se instaló en Nueva York y comenzó una serie pictórica dedicada a los grandes maestros de la pintura: Leonardo, Rubens o Velázquez, entre otros.

Esta condición monumental y la deliberada desproporción de las figuras se suceden también en sus esculturas de representaciones humanas y animales, a las que dio inicio hacia 1973, año en el que fijó su residencia en París. Las esculturas monumentales de Botero han sido expuestas en diversas ciudades internacionales desde mediados de la década de 1980. Pero es a partir de 1992, fecha en la que presenta la más importante exposición pública de sus esculturas en los Campos Elíseos de París, cuando realiza numerosas muestras en varias de las avenidas y plazas más importantes del mundo, como la Gran Avenida de Nueva York, el Paseo de Recoletos de Madrid, la Plaza del Comercio de Lisboa o la Plaza de la Señoría de Florencia, entre otras muchas.

 

 

La muestra Fernando Botero. Celebración, comisariada por Lina Botero, y en cuya organización ha intervenido el propio artista de forma muy directa, dará una completa idea de su trayectoria a través de un conjunto de obras en su mayoría procedentes de su colección privada. Las pinturas se distribuirán en un recorrido que recoge los temas fundamentales de su producción: Obra Temprana, Latinoamérica, Religión y Clero, El Circo, Versiones, Abu Ghraib, La Corrida y Naturaleza Muerta. Composiciones vigorosas, formas opulentas y colores exuberantes que celebran la particular visión de la pintura del maestro.

Esta exposición coincide con su 80 aniversario y por ello reúne igual número de obras que muestran la trayectoria de un pintor que ha desarrollado un estilo propio, basado en la exaltación del volumen y el color. Son 79 pinturas y la escultura monumental Caballo con Bridas (2009. Bronce. 311 x 305 x 150 cm), que ahora se presenta en la Gran Vía bilbaína frente a la sede principal de la entidad financiera patrocinadora.

Por su parte, Caballo con Bridas es uno de los mejores ejemplos de la actividad escultórica de Botero. Su característico estilo volumétrico está presente en las formas redondeadas de las representaciones de figuras animales y humanas -individuales, en parejas y, en ocasiones, fragmentadas-. Mientras, la sensualidad del color es sustituida por la superficie lisa y brillante del mármol o, como en este caso, del bronce, material con el que preferentemente lleva a cabo sus representaciones. Suele comenzar el trabajo con modelos de barro que después lleva a mármol o bronce en la localidad toscana de Pietrasanta (Italia), célebre por sus cercanas canteras de mármol de Carrara -que a menudo visitaba Miguel Ángel Buonarroti- y por sus fundiciones de bronce. Botero mantiene un estudio en esta localidad desde el año 1983.

La expresividad directa de las esculturas de Fernando Botero tiene diversas raíces culturales, desde el arte precolombino, egipcio y del cercano oriente o la estatuaria griega arcaica hasta la obra de los maestros renacentistas o, más recientemente, la escultura de Henry Moore, entre otros. Las figuras de Botero comparten con ellas la fuerza icónica y la presencia poderosa que universalizan su mensaje.

 

Fotografía de Caballo con Bridas de John McCabe

 

Del 8 de octubre de 2012 al 20 de enero de 2013 en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (Museo Plaza, 2)
Horario: martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas; cerrado los lunes, el 25 de diciembre y el 1 de enero.

 

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