El pasado 11 de febrero, el arzobispo de Denver, Samuel J. Aquila, consagró el altar de la Capilla de la Adoración de Nuestra Señora de Guadalupe, en Fargo (Dakota del Norte, Estados Unidos). Se trata de una obra realizada por el pintor malagueño Raúl Berzosa para la Diócesis de Fargo, por encargo de Rohn & Associates Design, Inc, empresa dedicada al diseño y al arte litúrgico.

Dicha pintura, de forma octogonal, está realizada en lino, el cual ha sido pegado al techo de la nave central del templo. Está rodeada por un fondo azul con estrellas que simboliza la Jerusalén Celeste. Tiene dos figuras principales: María y el arcángel San Gabriel, que anuncia a la Virgen su maternidad, quedando ambos personajes separados por la irrupción del Espíritu Santo.

La escena nos la narra San Lucas: "Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: "!Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres". Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: "María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin". Entonces María dijo al ángel: "¿Cómo será esto? pues no conozco varón". Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios" (Lc 1, 26-35).

Entre los trabajos que actualmente lleva a cabo Raúl Berzosa se encuentra el el techo del oratorio de la hermandad malagueñas de las Penas (boceto y detalle en las imágenes inferiores), el cual estará formado por ocho lunetos, cada uno de ellos de 250 x 120 cm, aproximadamente. El luneto es una bovedilla en forma de media luna cuya función es iluminar la bóveda principal. Los ocho lunetos tendrán la misma estética, basada en elementos decorativos utilizados con anterioridad en otras de sus pinturas para dicho oratorio.

Cada luneto contiene un óvalo central con letanías alusivas a la divina realeza de María -ya que el programa iconográfico gira en torno a la Coronación de la Virgen- y va rematado por una corona y flanqueado por dos ángeles. En cuanto al colorido, se opta por los ocres y los grises, con el fin de darles un carácter muy material y separarlos del techo, que será mucho más volátil. Las molduras y elementos decorativos serán ocres, mientras que los ángeles tendrán tonos grises ahondando en la idea anterior de dar un cariz terrenal a estos espacios.